Por el aumento del dólar y la inflación que impactan en salarios, los gremios piden reabrir paritarias

Coincidencia. Tanto los gremios estatales como los privados ven una clara pérdida de los salarios.

Tras la inflación y el fin del cepo, reclaman reabrir las paritarias. Dicen que en el primer trimestre del año los sueldos cayeron un 3% promedio. La demanda es incentivada por las proyecciones de inflación para abril y mayo, que calculan un 5% mensual, vinculado con el levantamiento del cepo, que implicó hasta ahora una suba del 12% en el tipo de cambio. 

El reclamo surge tanto de gremios estatales como privados, a partir de la pérdida del salario que, en algunas actividades, alcanza hasta el 7%. Los principales sindicatos que motorizan la reapertura de las negociaciones salariales son Comercio, que retrocedió un 3,1%; Metalúrgicos, 4,2%; Sanidad, 4,5%; Camioneros 1,9% y Construcción, 1,6%. La demanda es incentivada por las proyecciones de inflación para abril y mayo, que calculan un 5% mensual, vinculado con el levantamiento del cepo, que implicó hasta ahora una suba del 12% en el tipo de cambio. La CGT prepara otra marcha para el 30 de abril al Monumento al Trabajo.

Casi a la par que el INDEC difundía el viernes que la inflación de marzo fue del 3,7%, el Gobierno sellaba un nuevo acuerdo paritario con los gremios estatales que fijaba una suba de 1,3% para el mes pasado y el mismo porcentaje para abril y mayo. Una caída del salario real de más de 4% solo en el primer trimestre del año. Pero ese deterioro no es una potestad única de los sueldos del sector público: por la presión oficial del tope salarial en torno al 1% mensual -bajo amenaza de no homologar los acuerdos-, las paritarias del sector privado acumularon en los tres primeros meses del año caídas promedio del 3% que en algunos casos alcanzan hasta el 6,8%. Un escenario que, en vista de los convenios ya firmados, se profundizará en los próximos dos meses por la aceleración en el nivel general de precios proyectada tras la salida del cepo cambiario.

La inquietud sindical por la pérdida del salario real, uno de los argumentos del tercer paro general que la CGT contra la gestión de Javier Milei, escaló tras conocerse el IPC de marzo y las advertencias sobre el impacto que tendrá la salida del cepo y el nuevo esquema de flotación del dolar, coinciden diversos analistas. El pronóstico generalizado contempla que la inflación de abril y mayo podría trepar hasta el 5% y recién comenzaría a desacelerarse desde mitad de año.

Esa alerta caló sobre aquellos gremios que ya definieron los aumentos salariales de abril y mayo, y que anticipan que volverán a la carga para reabrir las negociaciones en las próximas semanas. Ese lote abarca a gremios clave de la conducción de la CGT y muy relevantes por la cantidad de trabajadores representados, como los casos de Camioneros, que selló subas del 1% mensual para abril y mayo; Sanidad, que pactó un aumento de 1,6% para abril; o Alimentación, que firmó un incremento de 1,8%.

La misma situación enfrentan los trabajadores de la industria textil, con subas de 1% mensual para ambos meses; madereros, que negoció 2% para abril y lo mismo para mayo; y UTEDyC, con 2,4% para mayo y 2,3% para junio y no tiene subas pactadas para este mes. "Estamos perdiendo todos muy feo. Vamos a pedir la reapertura y si el Gobierno no cede, habrá más conflictividad", advirtió uno de los jefes cegetistas.

En paralelo, desde ATE -que rechazó firmar el acuerdo con el Gobierno que estipuló un aumento mensual del 1,3% para el trimestre marzo-mayo- anunciaron un nuevo plan de lucha que contempla una jornada de lucha y protestas el próximo 23 de abril en repudio por el deterioro salarial y el impacto de la devaluación. "No le podemos dar tregua a un Gobierno que está perdiendo el consenso social. El daño que nos causaron a los estatales es irreparable”, dijo Rodolfo Aguiar, el titular del gremio.

También la presión por reabrir sus paritarias en forma inminente alcanza a los gremios que firmaron solo por el primer trimestre. Allí algunas actividades registraron pérdidas salariales significativas, como los judiciales nacionales (-6,2%) o los trabajadores de casas particulares (6,8%), pero la situación de deterioro abarcó también a los grandes gremios: Comercio, el más numeroso del sector privado, tuvo un retroceso salarial de 3,1%; la industria metalúrgica, donde negocia la UOM, el aumento trimestral se ubicó 4,2% por debajo de la inflación; un escenario que se replicó en los convenios de Sanidad (-4,5%), Textiles (-4,6%), Alimentación (-4,3%), Carga y descarga (-2,6%), Camioneros (-1,9%), Construcción (-1,6%), químicos (-1%) y mecánicos de Smata (-0,7%), según un relevamiento realizado por el Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma.

Apenas un puñado de sindicatos consiguió recomponer en algo sus ingresos o empardar a la inflación en el trimestre enero-marzo, como los trabajadores del cuero, maestranza, gastronómicos y bancarios, que este martes sellaron el aumento de marzo y acumula una suba de 8,6% en el trimestre, en línea con la suba de precios. El salario básico mensual será de $1.782.578,38.

"Con una nominalidad cambiaria e inflacionaria mayor, los ingresos de la población se verán condicionados, en un marco donde la recuperación previa fue solo parcial. Los efectos de esto se advertirán en materia de consumo", alertó al respecto el último informe de la Fundación Capital, la entidad que conduce el economista Martín Redrado. De acuerdo a las estimaciones de la Fundación hasta el mes de marzo, en el primer trimestre del año el aumento promedio de los salarios negociados en paritarias se ubicó casi 3 puntos por debajo de la inflación del período, representando un cambio significativo del proceso de recuperación registrado en el último trimestre de 2024.

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