Más de la mitad de los alumnos de 15 años no entienden lo que leen


Resultados de los aprendizajes de los alumnos de 15 años Es la evaluación que mide la calidad educativa. La Argentina quedó en el puesto 63 sobre 77 países participantes. Siete de cada diez no pueden resolver un cálculo matemático básico.


Desde 2006 los resultados están prácticamente estancados. Además, 7 de cada 10 estudiantes no pueden resolver un cálculo matemático básico. Surge del último estudio internacional sobre calidad educativa. La Argentina quedó en el puesto 63 sobre 77 países evaluados.
Un poco mejor en lectura, bastante peor en Matemática y algo por ahí en Ciencias. Pero en líneas generales, todo más o menos igual en los últimos 12 años, de acuerdo a los resultados de las pruebas PISA que se conocen hoy. Y todo bastante preocupante, si se observa que más de la mitad de los alumnos, de 15 años, no comprende lo más básico de un texto y siete de cada diez aún no pueden resolver un cálculo sencillo. La Argentina quedó en el puesto 63 sobre 77 países evaluados en esta prueba educativa de referencia. Y sigue bajando en América Latina, donde quedó sólo por arriba de Panamá y República Dominicana, y casi “empatado” con Perú, que años atrás tenía muy peores desempeños. Con los nuevos resultados, el país está cada vez más lejos de Chile, que sigue en el tope regional, y otros países que en forma lenta, pero persistente, vienen mejorando, como Uruguay, Costa Rica y México.
Diseñadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la prueba PISA se hace cada 3 años. Evalúa a alumnos de 15 años en lectura (comprensión lectora), Matemática y Ciencia. Hoy se presentan los datos de 2018, que incluyó a 710.000 estudiantes de 79 países. De la Argentina participaron 458 escuelas y 14.546 alumnos, en una muestra representativa que incluyó colegios públicos y privados.
A diferencia de otros operativos de evaluación, PISA no mide cuánto saben los alumnos sobre el contenido curricular ni sobre conocimientos generales, sino que busca conocer cuánto comprenden, resuelven y comunican resultados de situaciones “del mundo real”.
Este año, el foco principal del estudio estuvo puesto en la comprensión lectora. De ahí surge que el 52% de los alumnos argentinos de 15 años no puede “identificar la idea principal en un texto de longitud moderada, encontrar información basada en criterios explícitos, ni pueden reflexionar sobre el propósito y la forma de los textos cuando se les indica explícitamente que lo hagan”. Y un 25,7% apenas si alcanzan esa comprensión básica. En la otra punta, apenas el 1% de los estudiantes argentinos alcanzaron los mejores resultados en lectura. En el promedio de los países de la OCDE llegan al 9%.
La comprensión lectora es un déficit que se arrastra en el país año tras año. En 2012 el porcentaje de alumnos que no entendían lo que leían era del 53%. Del año 2015 no hay datos, porque la Argentina fue descalificada de esa prueba por no haber entregado bien la muestra estadística.
China encabezó este año la prueba, seguido por Singapur, Macao, Hong Kong y Estonia.
Desde el Ministerio de Educación nacional ayer convocaron a la prensa para presentar un extenso informe con los resultados del país, que desde hoy estará en la Web. Las autoridades rescataron el crecimiento en comprensión lectora, así como el hecho de que esta administración hizo bien el muestreo y la coordinación del operativo, así como la transparencia que implica presentar hoy mismo el informe. “Hay que recordar que el anterior gobierno no hizo ningún informe con los resultados de PISA”, dijeron. También destacaron la alta participación de escuelas y estudiantes: 96% y 86% respectivamente.
Además, desde el gobierno indicaron que las pruebas de contexto (aquellas que toma PISA sobre el clima del aula y otros asuntos relacionados) muestra que en la Argentina está preparada como para ir mejorando. “Hay datos que permiten creer que se va a mejorar. La prueba dio que el 30% de los estudiantes son entusiastas lectores y que en aquellas escuelas donde se leen textos más extensos se obtienen mejores resultados. Además, que la mayoría siente el apoyo de sus padres. Son todos datos positivos sobre los cuales se puede trabajar y mejorar en lectura”, dijo Irene Kit, especialista en educación de la UBA, autora de un informe para el Ministerio de Educación.
A su turno, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, dijo que el principal “legado” de este gobierno fue haber “instalado el tema educación en todos los argentinos, y no sólo en la clase dirigencial”. “Entendemos que las reformas profundas en el sistema educativo no se pueden dar en 4, ni en 8 años. Instrumentos como PISA se pueden discutir, pero nos da información dura y de contexto muy útil para ir mejorando”, dijo.
Aunque el foco estuvo puesto en lectura, Matemática es lo que más preocupa a las autoridades, porque el 69% de los estudiantes de 15 años no llega a responder un cálculo simple, como comparar la distancia total a través de dos rutas alternativas o convertir los precios a una moneda diferente. En el mundo, sólo el 24% los que no llega a este nivel.
La otra punta también preocupa. Apenas el 1% de los alumnos argentinos tiene resultados avanzados en Matemática, esto es, pueden modelar situaciones complejas, seleccionar, comparar y evaluar estrategias apropiadas de resolución de problemas. Aquí es el 1%, mientras que en China es el 44%, en Singapur 37%, Hong Kong 29%, y Macao 28%.

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Pruebas PISA. Matemática, una pesadilla para los chicos argentinos

El país cayó 9 puntos en esa asignatura desde 2012; mejoró en lectura

Los alumnos argentinos no logran reconciliarse con la matemática. Es la asignatura en la que los estudiantes evaluados en la última edición de las pruebas PISA 2018 obtuvieron la peor nota. También fue el ítem que mostró una caída significativa en relación con la medición de 2012, la última con la que la Argentina puede comparar sus datos.
Según los datos del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en seis años el rendimiento en matemática cayó nueve puntos, mientras que creció cinco en lectura y se mantuvo estable en ciencia. En matemática, además, la Argentina quedó por debajo de la media de América Latina y solo superó a Panamá y República Dominicana.
Matemática es para ellos una pesadilla: es la asignatura en la que los estudiantes que fueron evaluados en la última edición de las pruebas PISA 2018 obtuvieron la peor nota. También fue matemática el ítem en el que hubo una desmejora significativa en relación con la última medición con la que la Argentina puede comparar sus datos, en 2012.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundió los resultados del desempeño de 79 países y economías que participaron del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés). Se trata de un estudio internacional trienal que tiene como objetivo evaluar a los alumnos secundarios de 15 años en tres áreas: lectura, matemática y ciencias. En nuestro país, la muestra estuvo conformada por 458 escuelas y 14.546 estudiantes. Este año, la Argentina vuelve a participar de la comparación internacional de resultados, de la que fue excluida por la OCDE en 2015 (ver aparte). Además, se presentaron de forma independiente para medir su nivel otras cuatro regiones: la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Tucumán.
En el ranking global, la Argentina hoy ocupa el puesto 63 en lectura, el 71 en matemática y el 65 en ciencias. En la edición 2012, cuando fueron evaluados 65 países y economías –14 menos que en esta edición–, los lugares en el listado habían sido: 58 en lectura, 57 en matemática y 65 en ciencias.
Las mejores notas y el mejor desempeño en todas las áreas evaluadas fueron para los estudiantes de Pekín, Shanghai, Jiangsu y Zhejiang (China) y Singapur, que superaron en su performance a los alumnos de todos los demás países.
En matemática, el país obtuvo 379 puntos, la nota más baja desde 2006, cuando había obtenido una calificación de 381 puntos. Bajó casi 9 puntos en comparación con 2012, cuando registró un promedio de 388 puntos.
Más allá de este valor numérico, el rendimiento de los alumnos se divide en diferentes niveles, que van del 1 al 7, con excepción de matemática, que llega hasta el 6. El nivel 2 es el que representa el umbral mínimo de comprensión para cada una de las áreas. En matemática, el 69% de los adolescentes argentinos se encuentra en el nivel 1 o por debajo de este, lo que quiere decir que solo pudieron resolver problemas básicos con indicaciones simples. El 31% está en el nivel 2 o mayor. Y muy pocos son los estudiantes que alcanzaron niveles más avanzados. Aunque ninguno llegó a escalar a la máxima performance.
Pobre, pero estable
En el área de ciencias, el puntaje promedio fue de 404 puntos, apenas 2 puntos menos que en la medición de 2012. En líneas generales, el rendimiento en esta asignatura también es pobre, aunque se mantuvo relativamente estable. Pero escaló 13 puntos en comparación con 2006, cuando se había obtenido un promedio de 391 puntos. En esta asignatura, el 46,5% de los estudiantes argentinos se ubicaron en el nivel de desempeño 2, mientras que el restante 53,5% está en el nivel 1 o por debajo.
“También presentan dificultades para analizar los datos y reconocer la pregunta que busca responder un experimento simple, y para identificar aquellas preguntas susceptibles de ser investigadas científicamente”, dice el informe Argentina
en PISA 2018, que fue elaborado de manera conjunta entre el Ministerio de Educación y la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, y presentado en una conferencia de prensa que encabezó el ministro Alejandro Finocchiaro.
“La situación más grave la tenemos en matemática –reconoce el economista Javier Curcio, autor del informe junto con su colega Oscar Cetrángolo y la licenciada en Educación Irene Kit–. La Argentina [con 379 puntos] también está por debajo de la media de América Latina [388]. Brasil está levemente por encima de nuestro país [384], mientras que Panamá y República Dominicana tienen una posición más desfavorable”.
La mejor nota
En cada edición de PISA se hace foco en una de las áreas que se consideran de dominio principal. En 2018 fue lectura, en la que los estudiantes argentinos obtuvieron su mejor puntaje, con un promedio de 402 puntos, cinco más incluso que en la última medición. En relación con 2006, la suba fue de 30 puntos. Entre el panorama gris, otra buena noticia es que la proporción de estudiantes con niveles medios y superiores –desde nivel 3 en adelante– se incrementó en 3 puntos, pasando de 19,2% en 2012 a 22,2% en 2018.
“Me alegré de ver la evolución en lectura. Hay una nueva luz. Y si bien las mediciones con otras pruebas no son comparables, es algo que también vimos reflejado en los resultados de Aprender”, aportó Elena Duro, secretaria de Evaluación Educativa. En esta área, nuestro país también se ubica por debajo de la media de América Latina: Chile (452), Uruguay (427) y Costa Rica (426) sacaron mejores notas. “Todos –agrega Curcio– sensiblemente por debajo del promedio de los países que forman parte de la OCDE (487) y más cercanos a los países no integrantes (423)”.
Para el ministro Finocchiaro, los resultados obtenidos en PISA no generaron ninguna sorpresa. “No fueron como los de las PASO –comparó–. Nos imaginábamos este panorama, porque sabemos que una reforma profunda no se logra ni en cuatro ni en ocho años. El proyecto de Secundaria 2030 recién se terminará de implementar en 2025, y con el plan Aprender Matemática, que fue un producto argentino, recién comenzamos este año. Todas estas son prácticas que pueden construirse a partir de la información que obtenemos de este tipo de pruebas. Aunque somos conscientes de que deberíamos avanzar en una evaluación de tipo regional. Nuestro tejido social está muy dañado y no se puede evaluar correctamente alejados del contexto”.
Entre los factores asociados a los aprendizajes, se dedujo que obtuvieron mejores notas los estudiantes de escuelas privadas en relación con las de gestión estatal. En las secundarias rurales, los desempeños son inferiores que en las grandes ciudades. Las mujeres sacaron mejor nota en lectura, mientras que los varones rankearon mejor en matemática y ciencias.

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