Desde el 5 de octubre la Escuela Secundaria López Jordán, de Concordia, está sin dictado de clases. Y en estado de asamblea. Reclaman a las autoridades solución a problemas de infraestructura.
Cada viernes, la comunidad de la Escuela Secundaria Nº 7 Gobernador Ricardo López Jordán, de Concordia, se reúne en asamblea. Es el modo que encontraron de mantenerse en contacto y enterarse de qué modo avanzan -o no- las gestiones ante el Gobierno con el propósito de conseguir una respuesta que ponga fin a un despropósito: las clases están suspendidas desde el 5 de este mes.
La inactividad escolar se debe a una situación que viene de lejos: los graves problemas de infraestructura: el edificio se construyó en 1991, pero se terminó a medias. Faltan espacios físicos adecuados para el funcionamiento de rectoría, vicerrectoría, secretaría, administración, sala de preceptores y sala de preceptores. Esas falencias se suplen de modo precario: los preceptores y los profesores toman un aula en los recreos; los administrativos se mal ubican en una sala estrecha, pero lo grave son los problemas en las instalaciones: cada vez que llueve, el agua se filtra por las instalaciones eléctricas.
La pelea ahora es por un objetivo: conseguir que se incluya en el Presupuesto 2023, que la Legislatura se dispone a tratar, los fondos necesarios para hacer los arreglos que urgen. Este viernes 21 estuvo en la Escuela López Jordán la vocal del Consejo General de Educación (CGE), Giselda Di Lello, concordiense, exdirectora de Educación de Concordia, pero el resultado no fue el esperado por la comunidad educativa. Eso resume Alicia Penado, presidenta de la Asociación Cooperadora. Aunque mantienen una expectativa favorable: la promesa del presidente de la Cámara de Diputados, Ángel Giano, de inclusión en el Presupuesto de los trabajos más urgentes. «Queremos que se firme un acta compromiso, y el lunes, en otra asamblea, vamos a evaluar», señaló la titular de la Cooperadora.
De modo que la Escuela Secundaria López Jordán seguirá sin clases hasta que se cuente con el compromiso por escrito de que las obras edilicias estarán contempladas en el Presupuesto 2023. «Necesitamos la construcción de espacios para rectoría y preceptoría. Lo demás, los arreglos que necesita la escuela, Arquitectura prometió respuesta. Nosotros presentamos una carpeta con 18 ítems a tener en cuenta para realizar arreglos», explicó.
El viernes 30 de septiembre, la comunidad de la Escuela López Jordán se movilizó hasta la sede de la Dirección Departamental de Educación de Concordia y entregó un petitorio y expuso una problemática que las autoridades conocían de sobra. Y el 5 de octubre, en asamblea, se resolvió la suspensión de las clases “hasta el ingreso de los expedientes al Presupuesto 2023 y la colocación de cartel de obras frente al establecimiento. Esto, en el marco de respuesta insuficiente por parte de las autoridades departamentales y en el contexto de promesas largamente incumplidas”, señalaron.
La escuela nunca tuvo oficina de dirección, ni Sala de Profesores, ni Sala de Preceptores: la rectoría funciona en un cuartito que se pensó para depósito. Los administrativos trabajan en un espacio al lado del baño destinado a todo el personal de la escuela. En ese mismo espacio están los ordenanzas ya que no tienen lugar físico donde estar. Mientras, los preceptores realizan sus tareas en una aula que fue construida para ese fin, que en los recreos se convierte en sala de profesores.
El pedido de la construcción de esta parte operativa fue iniciado en el año 2014, generando ante este pedido un expediente. Los equipos de conducción han ido año a año insistiendo en la realización de la obra sin tener ningún tipo de respuesta favorable.
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