La inflación se mantiene muy alta: en agosto fue de 7% y en el año lleva 56,4%

Los rubros que más subieron fueron vestimenta, restaurantes y alimentos. La ropa aumentó 109% en un año. En ocho meses el IPC tuvo un alza de 56,4% y 78,5% en lo que va de 2022.

En marzo Alberto Fernández habló de “guerra” a la inflación: siguió subiendo

Para este mes se espera que el IPC se ubique entre 6,5% y 7%, similar a agosto.



El ritmo del aumento de precios no cede y se espera que siga por encima del 6% mensual hasta fin de año, por el impacto de la suba de tarifas y combustibles. En 12 meses ya se acumula un 78,5%. El número de agosto es más bajo que el 7,4% de julio. Los rubros que más subieron son el de vestimenta (lleva más de 100% de aumento en 12 meses), restaurantes y alimentos. El Banco Central podría aumentar la tasa de interés otra vez.


En agosto, la inflación subió 7%, según se desprende del índice de precios al consumidor (IPC) dado a conocer -ayer- por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Así, en lo que va del año acumula un alza del 56,4% y de 78,5% en un año.


De esa manera, el IPC mostró una baja respecto de julio, cuando el aumento llegó a 7,4%, el más alto en 20 años. Sin embargo, el registro del mes pasado muestra que el índice ya acumula seis meses por encima del 5% mensual . Y que el Gobierno, con cambios en el Gabinete -como el emblemático ingreso de Sergio Massa como ministro de Economía- y una mentada "guerra" que lanzara Alberto Fernández (en marzo) no puede bajar la inercia inflacionaria.


Las previsiones, de distintos economistas, indicaban una suba de entre 6% y 6,5% para agosto. Fue 7%.


De este modo se perfila un piso del 100% de inflación para el cierre de 2022. "Se consolida una inflación promedio anual del 55,7% en los últimos cuatro años", recordó el economista del IARAF, Nadin Argañaraz.


Los rubros que impulsaron más la aguja de los precios fueron la ropa,


con una suba promedio del 9,9%; equipamiento y mantenimiento del hogar (8,4%) debido al aumento en el salario de empleados domésticos; el transporte (6,8%); bienes y servicios varios (8,7%) y restaurantes y hoteles (6,7%);


En menor medida contribuyeron al alza inflacionaria, los gastos de la vivienda que aumentaron en promedio 5,5%, y el rubro salud que se encareció 5,7% según el INDEC.


Según el IPC conocido ayer, los alimentos y bebidas tuvieron la mayor contribución al aumento de la inflación con dos puntos: subieron en promedio 7,1% y superaron nuevamente la suba del IPC general. Una tendencia que también se ve a nivel interanual (aumentaron 80% en doce meses). Dentro de este rubro, se destacó el aumento de verduras, tubérculos y legumbres; azúcar, dulces, chocolate y golosinas. Y también se encarecieron las frutas; aceites, grasas y manteca; y los productos lácteos y los huevos.


Pero el sector que más registra subas en un año es el textiles: 109% en un año.


El informe oficial sobre los precios reveló además que los productos estacionales subieron 8,7% y el IPC Núcleo, aquél que excluye las subas estacionales (6,8%) y los regulados, treparon 6,3% en el mes.


En cuanto al impacto inflacionario en el poder adquisitivo de los consumidores, los datos de agosto, muestran que los salarios reales evidencian una caída interanual del 8,9% y mensual del 4,4% según el Centro de Estudios Económicos Argentina XXI.


Desde que asumió Alberto Fernández, tomando el nivel general del IPC, los salarios reales acumulan una caída del 10,5%; y tomando el rubro alimentos, la caída llega a 15,8%, según el CEEAXXI.


Hacia adelante, las previsiones de los analistas no distan mucho de lo que sucedió en agosto. Para la consultora LCG, "la elevada inercia inflacionaria se conjuga con diversos aumentos: con principales subas en taxis del 30%, subte 40%, cigarrillos 5%, expensas aproximadamente un 7% y colegios en Buenos Aires 9%. En conjunto, estas subas implicarían una contribución adicional a la inflación de septiembre de aproximadamente 1,8 puntos". La consultora proyecta una suba de al menos 6,5% para este mes y que podría llegar a 7%.


"Además, los aumentos previstos de tarifas de gas cercanos al 10,4% y de electricidad en 14,9% aportarían un valor marginal de 0,2 puntos al índice de inflación pero aún no hay señales de su implementación en este mes". Además estimó que para diciembre, la inflación se ubicará cerca del 100% anual, consistente con una desaceleración hacia el final del año.


El viernes pasado, los analistas del mercado que vuelcan sus pronósticos en el Banco Central informaron que prevén que la inflación de este año llegará al 100%. Quienes mejor pronosticaron esa variable para el corto plazo (TOP-10) esperan en promedio una inflación de 99,4% en la variación interanual, es decir 4,7 puntos más que la encuesta de julio.


Además, los participantes del relevamiento de expectativas del mercado (REM) revisaron las previsiones de inflación para el año próximo y la ubicaron en 84,1% interanual. (7,6 puntos más que el REM anterior). En tanto, para el 2024 la estimaron en 63,1%. Sin embargo los economistas vienen subestimando la inflación en los últimos años.


Según un comunicado de CILFA, la cámara que agrupa a los laboratorios farmacéuticos, salió a aclarar que "el aumento de los precios de los medicamentos, en agosto fue de 4,1%, esto es, casi tres puntos porcentuales por debajo de la variación del IPC general".


Ni el Banco Central ni el Ministerio de Economía hicieron comentarios sobre el resultado de inflación de agosto. El Presidente Alberto Fernández admitió que al Gobierno le cuesta bajar la inflación (ver más en la página 8). El mercado espera que el BCRA hoy suba las tasas para enfrentar la aceleración inflacionaria. Ayer los dólares paralelos siguieron subiendo.


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Con 7% en agosto, la inflación sigue sin freno y ya alcanzó el pico más alto en 30 años


Acumula 78,5% en doce meses, el mayor nivel desde 1991; la ropa, lo que más subió.



La inflación de agosto fue de 7%, más de lo esperado por el mercado. Suma, así, 56,4% en los primeros ocho meses del año y 78,5% en los últimos doce meses. En el acumulado anual, es el peor dato de los últimos 30 años. El gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner superó, en estos ocho meses, el pico anual que había dejado la gestión de Mauricio Macri en 2019 (53,8%).


Analistas estimaron que es muy difícil que la inflación no termine el año en los tres dígitos Las subas más importantes del mes se dieron en ropa (9,9%) y equipamiento para el hogar (8,4%).

No es el hito que probablemente Alberto Fernández hubiera querido festejar en sus 1001 días de gobierno, pero es lo que se vive en la calle y al que se enfrentan los argentinos. El aumento de la inflación en agosto pasado reflejó una variación de 7% y acumuló en lo que va del año un avance de 56,4%, un número que perforó el récord que dejó Mauricio Macri en 2019 (53,8%), el salto de los precios más elevado en más de casi 30 años, o sea, el registrado tras la hiperinflación (1991).


El dato mensual de agosto fue el más alto desde abril de 2002 (10,4%). En tanto, el incremento en los últimos doce meses fue de 78,5%, el peor desde diciembre de 1991 (84%). La inflación núcleo –que elimina los precios regulados y estacionales– llegó al 6,8% en el mes. El capítulo de alimentos y bebidas –el que más pesa en el IPC del Indec– registró un alza de 7,1%. Los analistas creen que los precios mantienen un fuerte ritmo de avance este mes, sobre todo los alimentos, y estiman que el índice de inflación oficial cerrará el año en un número que casi inevitablemente será de tres dígitos.


A fines de agosto del mes pasado, los especialistas privados consultados por el Banco Central (BCRA) para el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) habían proyectado que la inflación a fin de año se ubicará en 95%, o sea, unos 4,8 puntos porcentuales por encima del pronóstico de la encuesta previa. Quienes mejor pronosticaron esa variable para el corto plazo esperan en promedio una inflación de 99,4%. Para agosto, la mediana de las estimaciones del relevamiento preveía un 6,5% mensual, mientras que el promedio del top 10 de los mejores pronosticadores la había estimado en 6,8%. Esto implica que el dato difundido ayer por el organismo estadístico que dirige Marco Lavagna está por encima de las estimaciones de los privados.


La mayor suba del mes se dio en el rubro prendas de vestir y calzado (9,9%). Detrás vinieron bienes y servicios varios (8,7%), equipamiento y mantenimiento del hogar (8,4%), y el ya mencionado alimentos y bebidas (7,1%). La ropa ya subió un 109% en doce meses. Restaurante y hoteles se acerca a esa marca: 97,5%.


“Mi obligación es con los últimos”, dijo Alberto Fernández anteayer en Twitter. “1000 días del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner con decisiones siempre en favor del pueblo”, le respondió el canciller Santiago Cafiero, pese al impacto que tienen los precios en los ingresos, sobre todo de aquellos que menos tienen en la Argentina. “Pensemos que en EE.UU. [la inflación] salta de 1 a 10, un 900% de inflación tuvo. Hay un momento muy excepcional que está viviendo el mundo”, quiso explicar el Presidente en una entrevista televisiva difundida en las últimas horas. La inflación interanual de EE.UU. llegó a 8,3% en agosto y la Reserva Federal (Fed) se prepara para volver a subir fuertemente su tasa de interés en los próximos días. En sintonía, en el mercado local se espera que el dato de ayer movilice hoy al BCRA a volver a subir las tasas.


En su última conferencia de prensa, cuando presentó el dólar soja, el ministro de Economía, Sergio Massa, reafirmó que la inflación es un problema macroeconómico y que para enfrentarlo cumplirá con las metas previstas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que implican la acumulación de reservas, un sendero de reducción del déficit fiscal y la baja de la emisión para asistir al Tesoro. Tras su viaje a los EE.UU., trascendió que la idea del equipo económico del líder del Frente Renovador es lograr –bajo esas premisas ratificadas con el organismo multilateral– desacelerar los precios al 2% mensual a fines de año. Por otra parte, se espera que hoy el Ministerio de Economía gire al Congreso el proyecto de presupuesto 2023, que deberá contener un nuevo cálculo de la meta de este año (Martín Guzmán la estiró hasta 62% en su último decreto), y las perspectivas para el año electoral. La proyección de inflación es clave para determinar gastos e ingresos.


La mirada del Fondo


“Existe un compromiso muy fuerte de la Argentina con el programa y el reconocimiento de que el programa es un ancla para la economía argentina. No tienen el lujo de otras anclas”, afirmó anteayer la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, al responder una pregunta sobre el país al final de una charla organizada por el Centro para el Desarrollo Global.


“El ministro Massa vino junto con el presidente del Banco Central y las personas claves de su equipo y esa es una buena señal, que tenemos un enfoque de todo el Gobierno para implementar el programa. Estamos en un momento en el que él reconoció sobriamente yo reconocí sobriamente que los problemas que enfrenta la Argentina son muy significativos y al tope de la lista está la inflación, que es devastadora especialmente para los pobres de la


Argentina”, agregó la búlgara.


“Se cambió nuevamente de régimen inflacionario”, indicó Marina Dal Poggetto, directora de la consultora EcoGo. “Es poco probable que la inflación esté en 2023 por debajo de lo que vemos este año. Si puede estar o no por encima dependerá de la demanda de pesos, qué instrumentos se usen para sostener esa demanda y de la credibilidad de los mismos”, estimó la economista. “Este es un modelo que requiere inflación para corregir fiscalmente y, al mismo tiempo, modificar precios relativos te da niveles cada vez más altos y más seguidos incrementos de precios”, cerró Dal Poggetto.


“Las presiones por reacomodamiento de precios relativos siguen presentes y el dato sigue reflejando un régimen de alta inflación”, afirmó Melisa Sala, economista de la consultora LCG. “Esta inercia pone un piso de inflación por encima del 6% para el resto del año, lo que implica cerrar el año con inflación cercana a los tres dígitos”, agregó.


“Las proyecciones de fin de año están entre 95% y 100%, pero con cada dato que sale nos acercamos cada vez más a 100%”, señaló Elisabeth Bacigalupo, economista de la consultora privada Abeceb.


La experta dijo que la “Argentina está lanzada a un régimen de altísima inflación, algo que es muy preocupante”. En tanto, la economista describió que lo de agosto recogió el “repricing” del salto de la brecha en medio de la incertidumbre que se generó en julio con la renuncia de Martín Guzmán. El del bimestre julio-agosto fue un fogonazo más elevado del de marzo-abril, y según Bacigalupo, se generó por cuestiones endógenas y no exógenas.


Qué pasa este mes


“Septiembre va a venir salado”, indicó Bacigalupo, y enumeró los ajustes que llegaron en prepagas, subtes, tarifas y un crawling peg más acelerado (que arrancó en una tasa mensualizada de 6,8% en septiembre), aunque dijo que el número puede ser inferior al de agosto por la relativa estabilización que produjeron las medidas tomadas por Massa y las expectativas que generaron en el sector privado. “La pérdida del poder adquisitivo va a ser significativa y va a empujar una retracción de la demanda, pese a que habrá personas que usen ahorros o se endeuden para comprar igual en medio de la incertidumbre”, agregó la economista de Abeceb.


“La desaceleración fue más baja de lo esperado respecto del pico de julio, de 7,4%”, dijo Agostina Myronec, economista de la consultora Ecolatina. “Esto deja en evidencia que el proceso inflacionario se volvió más sensible a shocks ante una macroeconomía debilitada; en otros períodos, el mecanismo de transmisión de restricciones a las importaciones y alza de dólares paralelos era más débil, menos sensible a la inflación. A diferencia, en estos últimos meses, este mecanismo se volvió mucho más robusto, y dejó como resultado pisos de inflación más firmes y difíciles de desarmar a futuro”, agregó.


“Para septiembre esperamos un número algo menor al de agosto, pero de todas maneras elevado, por encima del 6%. A la elevada inercia inflacionaria se le suma un deslizamiento del dólar oficial en torno al 6%, sumado a que también va a impactar el aumento de precios regulados, como tarifas de servicios públicos, las tarifas de subte y taxis y aumento de empleadas domésticas. Con estos números, la inflación ya va a cerrar por encima del 95% en 2022”, estimó Myronec.


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