Alberto Fernández planifica suba de sueldos, jubilaciones y planes sociales

El electo Presidente y su equipo diseñan un paquete de medidas para recomponer ingresos y reactivar el consumo. Quieren anunciar el plan apenas después del traspaso de poder. Intentarán consensuarlo con el sector empresario.


El futuro gobierno nacional trabaja en un plan para mejorar los ingresos de los jubilados y los asalariados en el arranque mismo de la futura administración. El esquema que se evalúa es una suba salarial para los trabajadores registrados, posiblemente una suma fija y no un porcentaje, y también incrementos en los haberes jubilatorios y en los planes sociales.

La suba generalizada de ingresos que planifica Alberto Fernández para sectores postergados se intentará por consenso con el sector empresario. Será una de las primeras medidas económicas del futuro presidente y demandará, eventualmente, anticipar la convocatoria al Consejo Económico y Social. La medida apuntará a aumentar como mínimo los salarios de los trabajadores de las categorías más bajas, y estará acompañada de un refuerzo de las jubilaciones y del valor de los planes sociales.

Esos aumentos serán independientes de los bonos navideños y de fin de año que algunos gremios se encuentran negociando. También de la suba del 8,74% que tendrán a partir de diciembre la jubilación mínima, las pensiones no contributivas y las asignaciones familiares. Lo mismo para los planes de empleo y la AUH, que tendrá un incremento de $ 94 por chico en diciembre.

El encargado primario de la ejecución del plan es Claudio Moroni, futuro ministro de Trabajo y dirigente de la máxima confianza del mandatario. Moroni fue quien este martes se reunió con la mesa chica ampliada de la CGT y que, con el mismo objetivo, propiciará un encuentro en los próximos días con referentes del sector empresario. En esa línea perdió fuerza la posibilidad de instrumentar la suba a través de un decreto.

Descontado el apoyo del sindicalismo tradicional al plan, el próximo paso de los futuros funcionarios serán las entidades gremiales empresarias. Para este segmento, donde además de Moroni operará Santiago Cafiero, eventual jefe de Gabinete, se intentará un grado de formalidad en el compromiso.

Según el diario Ámbito Financiero, el adelantamiento en el llamado del Consejo Económico y Social, que estaba pensado en el diseño original de Alberto Fernández para una segunda etapa, sumó argumentos como una solución intermedia para darle más chances de éxito a la iniciativa. Para el equipo gubernamental un decreto representaría una señal áspera hacia el empresariado -además de remitir a un primer kirchnerismo- en tanto que un mero entendimiento sin formalidad alguna le quitaría efectividad. Otra opción, confiaron en el Frente de Todos, será convocar al Consejo del Salario Mínimo y ampliar de facto sus atribuciones, en general asociadas únicamente al ajuste en el piso de ingresos formales.

El diseño original de la medida contempla un alcance amplio aunque no universal. Además de los salarios de los trabajadores formales del sector privado, jubilados y beneficiarios de planes, estarán incluidos empleados estatales y eventualmente, municipales. Este último rubro demandará, en boca de los responsables del plan, de una gestión con intendentes de todo el país en general acostumbrados a pagar sueldos por debajo del promedio de públicos y privados.

Las subas eventualmente acordadas en el ámbito de debate general deberían servir como anticipos a cuenta y base de debate para las paritarias del año que viene. En cualquier caso la implementación de la medida contemplará como excepciones los casos de trabajadores cuyas paritarias estuviesen en plena ejecución y de gremios que hubiesen quedado en una situación de paridad con la evolución de la inflación.

En la CGT alegaron que hay unos ocho sindicatos (como los albañiles de UOCRA y la Asociación Bancaria) cuyas paritarias fueron resueltas sin pérdida de poder adquisitivo y con aumentos que se ajustaron en la misma línea que el costo de vida. Y aclararon, ya desde el mismo día en que Alberto Fernández se impuso a Macri en primera vuelta, que haría falta una equiparación de amplios sectores que habían mermado su capacidad de compra en la ronda 2019 de negociaciones salariales contra una inflación que apunta al 50 por ciento.

Fernández evalúa aumentar por decreto salarios, planes sociales y jubilaciones

Apunta a reactivar la actividad económica; hay dudas en el sector empresario


Con la intención de reactivar la economía, el presidente electo, Alberto Fernández, evalúa otorgar un aumento salarial por decreto, a través de una suma fija, para las categorías más bajas de los trabajadores que estén registrados y bajo convenio.
La suba generalizada incluiría ajustes también en las jubilaciones y en los planes sociales, según confirmaron a la nacion fuentes sindicales al tanto de la negociación.
La idea generó dudas entre empresarios del sector privado, que se quejaron de la falta de consulta y advirtieron que hay muchas empresas en diferentes sectores que en medio de la crisis no podrían cumplir con el aumento.
Claudio Moroni, que casi con seguridad será ministro de Trabajo a partir del 10 de diciembre, tuvo hace dos días un encuentro secreto con la cúpula de la CGT y avanzó en la conversación sobre los detalles de este aumento de emergencia. La idea es que sea previo al acuerdo económico-social que impulsa Fernández.
Con la intención de reactivar la economía, Alberto Fernández evalúa otorgar un aumento por decreto, a través de una suma fija (no proporcional), para las categorías más bajas de los trabajadores que estén registrados y bajo convenio. La suba generalizada incluiría ajustes también en las jubilaciones y en los planes sociales, según confirmaron a la nacion fuentes sindicales al tanto de la negociación.
En principio, la idea es abarcar a las categorías salariales inferiores, pero también se analiza la posibilidad de que el incremento sea universal, es decir, que incluya a los sueldos medios y altos.
Desde el sector empresario, en tanto, expresaron dudas sobre la iniciativa, que está aún en proceso de evaluación. “No hay que superponer los aumentos de convenio con una suba de las jubilaciones o del salario mínimo. Están vigentes hoy muchos acuerdos salariales en distintas etapas de pago, que incluso llegan hasta junio del año próximo”, planteó sus reparos a la nacion Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Sin embargo, Funes de Rioja reconoció que el aumento podría otorgarse en sumas fijas, como se hizo en 2002 y en 2003, antes de que se regularicen por ley las paritarias sectoriales. “Hay que recomponer el salario alimenticio, el básico”, dijo el empresario.
Claudio Moroni, el designado por el presidente electo para ocupar el Ministerio de Trabajo a partir del 10 de diciembre, tuvo hace dos días un encuentro secreto con la cúpula de la CGT para definir medidas vinculadas a lo salarial y se avanzó en posibles detalles sobre este aumento de emergencia.
Como paso previo a avanzar vía Congreso en la creación de un Consejo Económico y Social, integrado por sindicalistas, empresarios y representantes del Estado, Fernández prevé una suba generalizada en primera instancia para reactivar la economía y darle dinamismo.
Tampoco se descarta la emisión monetaria, un atajo que ya tendría el aval de los gremios y de un sector del empresariado, a pesar de su probable impacto negativo en la inflación. “El problema de la inflación no es la emisión: en estos últimos años no hubo emisión y fue el proceso inflacionario más alto de lejos. Hay que atacar problemas de fondo: dolarización innecesaria de servicios y tener un control de los precios básicos de alimentos”, dijo a la nacion Héctor Daer, jefe de la CGT.
“Hay que tener un crecimiento en los ingresos y que los precios posterguen rentabilidades. El aumento tendrá que ver con la recuperación de ingresos de la base de la pirámide social”, agregó Daer. El jefe del sindicato de sanidad no dio precisiones de cuánto sería la suba de los salarios, jubilaciones y planes sociales, aunque reconoció que está bajo evaluación. Circuló entre los gremios de manera preliminar que el alza podría ser inicialmente de un 20 por ciento y que sería “de emergencia”. En los pasillos sindicales, en tanto, se habla de una paritaria mixta para el año que viene, con un aumento en porcentaje y otro tramo con sumas fijas, que podrían ser no remunerativas, tal como precisó el empresario Funes de Rioja. Con esta receta, la intención es elevar el sueldo básico de las categorías más bajas y comenzar lentamente a recuperar el poder adquisitivo de los salarios.
Para la CGT, de acuerdo con un relevamiento propio, en 2019 habrá una caída salarial de entre 20 y 25 por ciento, según cada actividad. Una excepción son el puñado de gremios que acordaron paritarias atadas a la inflación, con cláusula gatillo o ajuste automático.
Sobre la alternativa de la paritaria mixta se conversó el martes pasado en la sede de Sanidad, donde Daer ofició de anfitrión de Moroni. También asistieron los dirigentes Carlos Acuña; el otro jefe cegetista, Sergio Romero; Sergio Sasia; Omar Viviani; José Luis Lingeri, y Roberto Fernández.
“La intención es atacar rápidamente los salarios más retrasados. Hay jubilaciones que están entre 12 y 13.000 pesos”, dijo uno de los dirigentes gremiales que participaron de la reunión con Moroni.
El futuro ministro de Trabajo evitó dar detalles de la medida ante los gremios para evitar que se generen expectativas, según reconstruyó la nacion a partir de testigos de la negociación. Argumentó que no sabe con cuánto dinero disponible se encontrarán para hacer frente a los aumentos de las jubilaciones y planes sociales, y dijo que el acuerdo para el sector privado sería obligatorio, ya sea por decreto o vía Consejo del Salario, se busca que también tenga impacto favorable en las jubilaciones y en el salario inicial de los docentes que dependen de la Nación.
“De esto se hará cargo el Estado y si es necesario se va a imponer”, les habría dicho a los sindicalistas. Moroni sugirió, además, que los eventuales aumentos sean a cuenta de la futura paritaria. El trato también incluiría a la administración pública, según voceros de la central obrera.

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