Tensión en el mercado: el dólar cotizó a $ 63,34 en el penúltimo día de operaciones previo a las elecciones
el
Obtener enlace
Facebook
X
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Más tensión en el mercado: el Central vendió fuerte, pero el dólar sigue firme
El Central intervino vía subastas, futuros y venta de reservas para contener la divisa que, pese a ello, aumentó 97 centavos. Por la incertidumbre poselectoral siguen saliendo depósitos.
Clarín
FERNANDO DE LA ORDENJueves intenso en la city. Ayer fue una jornada donde hubo gran cantidad de público en las cajas de los bancos del microcentro y en las casas de cambio.
La entidad monetaria intervino para contener la suba del dólar en forma directa, a través de subastas y en el mercado de futuros. Igual, volvió a aumentar y cerró a $ 63,34. Las reservas cayeron US$ 883 millones por el retiro de depósitos en las sucursales bancarias y el temor a nuevos controles cambiarios.
Por décimotercer día consecutivo el dólar minorista aumentó en los bancos. Cerró a $ 63,34 y así aumentó 97 centavos respecto al miércoles ($ 62,37). La presión sobre el tipo de cambio provocó la intervención del Banco Central vendiendo divisas a través de licitaciones (unos US$ 346 millones) e intervenciones directas (alrededor de US$ 300 millones). Pese a este esfuerzo, en el mercado mayorista -donde interviene la entidad monetaria-, la divisa avanzó 81 centavos (terminó en $ 59,80). Por último, el Central también volvió a operar en futuros.
Como consecuencia del accionar de la autoridad monetaria para mantener la estabilidad cambiaria, pero también del aumento del goteo de los depósitos en dólares (ver aparte en página 15), las reservas cayeron ayer US$ 883 millones: finalizaron en US$ 45.258 millones.
“La tendencia se intensificó a través de tres grifos”, explicó el economista Federico Furiase ( Eco Go). “Vencimientos de deuda, salidas de depósitos y ventas de reservas”, enumera.
Respecto a la última práctica que menciona Furiase, ayer, desde temprano, la autoridad monetaria salió a vender, con posturas "a todo o nada", según explicó Gustavo Quintana, de PR Corredores de cambio. Es decir que ofrece un lote, por ejemplo de US$ 25 millones, y la contraparte tiene que llevarse todo.
Desde el Banco Central confirmaron que ayer la institución realizó subastas en el mercado único y libre de cambios. Concretó una a las 12 del mediodía y otra a primera hora de la tarde. En total, a través de estas subastas, vendió US$ 346 millones. De este modo el Banco Central amortiguó la presión sobre el tipo de cambio ante la dolarización de cartera.
En los últimos días se observó la presencia de más público en las sucursales. En la jornada de ayer se observó, nuevamente, retiro de los depósitos en dólares, tanto para llevarlos a caja de seguridad como para volcarlos en el mercado informal o blue, donde se puede hacer una diferencia de hasta el 12%. En sucursales de la city hubo demoras y filas de espera de hasta dos horas. "La gente retira los dólares y se hace de pesos en el blue, pero no los reingresa al banco porque pueden saltar alarmas, tanto en la AFIP como en la UIF" le dijo a Clarín un banquero. La caída de los depósitos en dólares de las sucursales se traduce en una baja de reservas: los bancos piden al BCRA la restitución del encaje correspondiente por los depósitos.
La expectativa del mercado cambiario luce atada a un horizonte de corto plazo y uno más de mediano. El primero tiene que ver con el resultado electoral del domingo y la reacción del mercado al día siguiente. El segundo con los desafíos del Tesoro de cara a fin de año. Según una estimación de la consultora Eco Go harían falta emitir $ 240.000 millones en diciembre para ayudar al Tesoro a cumplir con sus obligaciones.
De este modo, el actual escenario macroeconómico recesivo (el EMAE cayó 3,8% en agosto en términos anuales, ver más en página 17) y las incertidumbres financiera y política, incentiva el aumento de las brechas entre los tipos de cambio.
La demanda de divisas por parte de los actores que no pueden recurrir al mercado único libre de cambios donde operan controles -que podrían profundizarse después del fin de semana-, apeló a los dólares "alternativos" (ver infografía), que el miércoles registraron una brecha de entre 15% (dólar Bolsa) y 20% (contado con liqui, el que se usa para salir del país).
Para Victoria Giarrizzo, de Elypsis, "lo que ocurra la semana que viene con el dólar dependerá de dos factores: lo que haga el Gobierno y lo que haga Fernández en caso de que gane. Lo que aún no se sabe es qué decisión tomará el Gobierno en caso de que pierda las elecciones, si va a dejar escapar al dólar o aumentará los controles. Eso es lo que empuja la brecha hacia arriba". El riesgo país, en tanto, se mantuvo en 2.145 puntos básicos, sin cambios.
El dólar marcó otro récord y preparan medidas para después de las elecciones
La divisa subió 1,55% y cerró a $63,34 para la venta al público; el Central intervino con subastas y vendió US$346 millones; Hacienda estudia propuestas según el resultado de los comicios
LA NACION
Javier Blanco
TélamLa alta demanda llevó a varias casas de cambio y bancos a ofrecer el dólar por encima del promedio final
La desconfianza que volvió a instalarse en el mercado días antes de las elecciones hizo que el dólar volviera a marcar ayer nuevos récords en sus distintas cotizaciones. El precio de venta al público cerró a $63,34 (1,55% más que el día anterior), mientras que el mayorista quedó en $59,80, pese a una nueva intervención del Banco Central, que vendió otros US$346 millones.
Esa cifra resultó un 37% inferior a la del miércoles, debido a un cambio en la estrategia del BCRA: la entidad volvió a aplicar un sistema de subastas de dólares a un precio determinado, en lugar de intervenir en el mercado sin importar el precio. Demostró así que a partir de ahora, más que buscar controlar la cotización, intentará perder la menor cantidad de reservas.
En este contexto, en el Ministerio de Hacienda confirmaron que están trabajando en medidas para aplicar el lunes, tanto por si Mauricio Macri logra entrar en el ballottage como para consensuar con la oposición en caso de que Alberto Fernández sea elegido presidente. Según distintos analistas, lo más probable es que se pongan más restricciones para la compra de dólares.
La corrida contra el peso que se volvió a desatar en las últimas jornadas por temor a lo que podría ocurrir el día después de las elecciones quedó otra vez en evidencia ayer al marcar el dólar oficial un nuevo récord, pese a que el Banco Central (BCRA) modificó sorpresivamente su modo de intervención sobre la plaza para tratar de dosificar la pérdida de reservas.
La apuesta tuvo algún resultado en ese sentido: las ventas oficiales se redujeron 37% respecto de la rueda anterior (cayeron de US$550 millones a US$346 millones), la de mayor intervención en casi 18 meses, en una jornada en la que el volumen de contado operado trepó otro 11% y superó los US$1000 millones (escaló hasta 1004,4 millones), como en las jornadas más álgidas previas a la imposición de restricciones a la demanda.
Pero el regreso a un esquema de subastas de dólares instrumentado desde ayer conlleva, como quedó demostrado meses atrás, que resigna en parte el control que buscaba mantener sobre la cotización del billete para poner el foco en preservar las reservas.
No en vano la cotización subió 81 centavos (1,4%) a nivel mayorista –quedó a $59,80– y 97 centavos en su valor de venta al público, que cerró promediando $63,34 (+1,55%), según el relevamiento oficial. Registró así la mayor alza desde que se repuso el cepo y constituye un nuevo máximo nominal.
Todo ocurrió al cabo de una rueda en la que el BCRA sorprendió al mercado anunciando poco antes del mediodía que volvía al esquema de subastas para intervenir en la plaza. Es un mecanismo que había quedado en desuso desde que el Gobierno le encomendó a la entidad como “prioridad absoluta” estabilizar el dólar y lanzar medidas (el “reperfilamiento” y el posterior cepo) para intentar bajar la presión sobre las reservas, porque se había revelado ineficaz para lograr ese propósito.
“Nos dirigimos a ustedes a fin de comunicarles que el Banco Central de la República Argentina ofrecerá al mercado moneda extranjera vía una subasta de venta en contado (T=0). Monto total de la licitación: hasta 200 millones de dólares estadounidenses”, decía la notificación que recibieron los agentes cambiarios a las 11.30, anunciando para las 12 el que sería el primero de cuatro llamados.
Para Gabriel Caamaño, del Estudio Ledesma, el cambio de estrategia fue un intento del BCRA de eficientizar sus intervenciones sobre el mercado en una situación complicada.
“Entiendo que busca que la intervención en bloques grandes tenga doble efecto sobre el mercado: por la liquidez que inyecta y por el efecto sorpresa del cambio de esquema. Si bien el método de subastas a la larga es riesgoso porque el mercado te toma el pulso más rápido, puede ser parte de una estrategia para sobrellevar las últimas 48 horas de mercado antes de las elecciones”, explicó a la nacion el economista.
“Intuyo que volvieron a implementar las subastas para mostrar que buscan formas de limitar las ventas y librarse de la acusación de quemar reservas que le hace la oposición. Sin embargo, está visto que no es el mejor mecanismo para controlar al dólar oficial, por lo que se expone a que suba más de lo que lo venía haciendo”, juzgó Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa (IEB).
En caída libre
Los operadores advierten que parte del resultado que logró para un mejor cuidado de las reservas netas (las brutas se hundieron otros US$883 millones y perforaron el piso de US$46.000 millones, al cerrar en US$45.258) se debió a sutiles cambios que el BCRA introdujo al mecanismo de licitaciones.
“Hizo las posturas de venta con condiciones difíciles de cumplir, lo que distorsionó la evolución de los precios, que por momentos se ubicaron bastante por encima de la referencia oficial”, apuntó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Pero también se debió a ventas que realizó el Banco Nación, con lo que el monto de la intervención oficial sobre plaza fue mayor.
“El mercado abrió previsiblemente al alza y con el dólar muy demandado por el público por ventanilla y por empresas que buscaron asegurar pagos al exterior. Antes del anuncio de las subastas intervino primero el Nación para dar liquidez”, apuntó Fernando Izzo, de ABC Cambios.
La demanda dolarizadora, que se vio reflejada además en un nuevo recalentamiento de los precios libres del dólar que surgen de operaciones bursátiles (quedó a $75,05 el dólar Bolsa y a $79,63 el dólar fuga o contado con liquidación), encontró combustible en los cada vez mayores problemas que el BCRA encontró para mantener a raya la oferta monetaria: en apenas siete ruedas inyectó al mercado $273.000 millones, al hacer renovaciones solo parciales de la deuda emitida en letras de liquidez (Leliq).
Como se temía desde hace meses, buena parte de esos pesos, que en parte responden a desarme de plazos fijos, fueron los que alimentaron la nueva corrida.
INCERTIDUMBRE
“La gente tiene miedo de que gane el kirchnerismo”, interpretan en la Casa Rosada; Macri reunió al gabinete antes de las elecciones
LA NACION
Jaime Rosemberg
PresidenciaEl Gabinete repasó también los principales indicadores financieros
El gobierno atribuyó la nueva caída del peso a la incertidumbre electoral y, particularmente, al temor de los pequeños ahorristas ante un eventual regreso del kirchnerismo.
Entre el optimismo por la “posibilidad de llegar al ballottage” y la preocupación por la creciente suba del dólar. Así transcurrió ayer la última reunión del gabinete nacional encabezada por el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada antes de las elecciones del domingo, que definirán el futuro político del país.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, explicó ante sus pares su interpretación sobre la suba del dólar. “Lo que hay es presión por compra minorista”, dijo el ministro, según contaron dos de sus pares a la nacion.
“La gente tiene miedo de que gane el kirchnerismo, la mayoría de los que van a comprar son votantes nuestros”, interpretó uno de esos miembros del gabinete, luego de la reunión encabezada por el Presidente.
“Nadie le cree mucho a Alberto Fernández, ven las inconsistencias que hay entre ellos y se asusta. El mercado es así”, agregó otro alto funcionario. En el Ministerio de Hacienda afirmaron que “la dolarización de pequeños y medianos ahorristas que vimos esta semana, la incertidumbre electoral y los especuladores que compran en el contado con liqui influyeron en la suba del dólar, que llevó a la divisa norteamericana por encima de los $62 en bancos oficiales y ensanchó la brecha con el dólar paralelo.
En la conferencia de prensa posterior a la reunión –de la que participaron los miembros del gabinete y también el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó–, los ministros Carolina Stanley (Desarrollo Social) y Jorge Faurie (Cancillería) negaron la posibilidad de una megadevaluación de la moneda similar a la ocurrida el 12 de agosto, luego de conocido el resultado de las PASO. “No vemos por qué debería pasar una cosa así. Somos un gobierno que trabaja en todo lo que tenemos que trabajar”, contestó la ministra Stanley.
Responsabilidades
En el mismo sentido, el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto adjudicó casi en simultáneo la volatilidad a la posibilidad de que Fernández se imponga el domingo en la primera vuelta.
“Si el que gana es Mauricio Macri, la economía va a tener un cambio fundamental. El problema del mercado y de los sectores financieros es la duda que genera un posible gobierno de Fernández y de Cristina Kirchner, la reaparición de visiones viejas”, afirmó el senador Pichetto en una entrevista con Cadena 3.
En el Gobierno niegan estar pensando en “medidas adicionales” para el lunes 28, el temido día posterior a la elección presidencial. Faurie dio a entender, ante una pregunta de la nacion, que Macri llamará a Fernández el domingo por la noche para coordinar la transición, si los resultados no lo favorecen.
“Debiéramos reconocerle al Presidente que es un hombre que respeta enormemente la institucionalidad y el valor de la democracia […]. Sin definir el resultado, está claro que Macri, en el primer turno de las elecciones, estará a la altura de la responsabilidad que le cabe como primer argentino en un día tan importante”, contestó el canciller, con tono diplomático.
“Por supuesto que Mauricio lo va a llamar, nosotros no somos como ellos”, afirmó a la nacion un importante miembro del gabinete, que de todos modos se reserva –como el propio Presidente– la esperanza de poder llegar a la segunda vuelta, más allá de los números que manejan las encuestas.
“Somos claramente optimistas”, dijo Stanley. Y aclaró que a partir de las movilizaciones de las marchas del “Sí se puede” se generaron “buenas expectativas” en el oficialismo.
“Se define un modelo de país […], puede haber ballottage”, agregó el canciller, en línea con la argumentación optimista que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, viene sosteniendo. “El que crea que todo está definido puede llevarse una sorpresa”, dijo Peña en las escalinatas de la Facultad de Derecho, el domingo pasado, antes de ingresar al segundo debate presidencial.
Durante el diálogo con los periodistas, Stanley dejó otra definición importante. Reivindicó su política de diálogo con las organizaciones sociales, criticada, entre otros y de manera pública, por Pichetto y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Este gobierno terminó con el clientelismo y la intermediación, una diferencia enorme con lo que se hacía antes”, se defendió la ministra.
Comentarios
Publicar un comentario