Importan cítricos de Egipto

El “packaging” es bastante elocuente. Las cajas tienen un color azul, sobre el cual sobresalen imágenes de naranjas y textos que dicen “Royal” y “Oranges”.


En letras más pequeñas se lee: “Proudly Grown & Nurtured in Egypt” y “Quality is Royalty”.
Pasando en limpio y a nuestra lengua española, estas cajas, que fueron fotografiadas en el Mercado Central de Buenos Aires, contienen cítricos de Egipto. Se trata de una de las tantas operaciones de importación, que se llevan a cabo, alentadas y favorecidas, por la realidad cambiaria.

Aunque en estas cajas son evidentes las referencias a las naranjas y a los cítricos, las frutas que aparecen en su interior son más bien pomelos.
“Es señal clara del contexto que estamos atravesando”, comentó un conocido productor frutícola argentino, a modo de primera reacción ante las imágenes. Obvio, era algo que se veía venir y, además, no es la primera vez que ocurre en la historia argentina.

Al igual que muchos otros sectores de la economía, la producción citrícola suele expresar a través de sus principales referentes que no se cierra a la competencia con el exterior, siempre y cuando se lleve a cabo “en igualdad de armas”. O sea, afrontando costos internos semejantes a los de sus competidores, en lo impositivo, logístico, laboral, insumos, etc. Y, especialmente, pudiendo vender la fruta argentina a mercados rentables que aún siguen cerrados, como es el caso de los Estados Unidos.

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