Las petroleras admiten que la situación tardará varios días en normalizarse.
Las colas se multiplicaron en las estaciones de servicio de la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y varias provincias. Las petroleras admiten que la provisión en los surtidores tardará al menos 4 o 5 días en normalizarse, porque están entregando combustible a menor ritmo que el que se demanda. YPF importará combustible. “Se instaló una psicosis con el clima electoral y muchos salieron a stockearse”, dijo la secretaria de Energía Flavia Royón.
Una demanda mayor incentivada por precios congelados y trabas para importar combustibles, hicieron que falte nafta en todo el país. La escasez afectó primero al interior (ver más en página 7) y ya llegó a la Ciudad y el conurbano bonaerense. Ayer a lo largo de la jornada se repetió la misma postal que se ve desde el jueves a la noche: largas filas en estaciones de servicio. Mientras el Gobierno liberó de apuro US$ 400 millones para que las petroleras puedan importar diez buques de combustible, atribuyó el pico de demanda a una "psicosis" por los precios. La cámara de estacioneros dijo que arribaron dos buques (más en página 7).
En los últimos doce meses la nafta premium de YPF aumentó 61% en promedio en Capital. Alrededor de 74% entre todas las marcas. Los salarios formales subieron cerca de 127,7% en ese mismo lapso. Y la inflación fue 138,3%. Entonces se dice que el precio de la nafta está atrasado y respecto a los salarios ‘luce’ barata. En dólares al tipo de cambio alternativo aún más.
Los precios congelados hicieron que la demanda fuera a YPF, la firma de bandera. La empresa tuvo que enfrentar además otros eventos: una parada técnica en su refinería y no poder importar por falta de dólares.
Ahora la situación se extendió a todas las marcas. Las estaciones de servicios empezaron con los cupos, los racionamientos y hasta, en algunos casos, rompieron el congelamiento de precios. El problema se generalizó en las últimas horas.
La falta de nafta que afecta desde hace días a distintas provincias, se sintió con dureza también la Ciudad de Buenos Aires. En la noche del jueves, la mayoría de las estaciones de servicio estaba sin combustible y los playeros reconocieron que era porque las petroleras envian menos cantidad.
El viernes se repitieron las escenas y, si bien algunas estaciones pudieron reactivar sus surtidores durante la jornada tras recibir los camiones que reabastecieron sus tanques, el problema se extendió a ayer donde conseguir nafta seguía siendo una odisea y había que armarse de paciencia.
En medio de bocinazos y algunos vehículos que ocupaban casi todos los carriles por lo que obstaculizaban el camino, personal de Tránsito tuvo que intervenir en muchos casos para ordenar las filas y que no se desmadrara la situación.
Por ejemplo, en Pinamar, el intendente Martín Yeza precisó que desde las 6 de mañana había diez cuadras de cola para poder cargar nafta en la ciudad costera. En Mar del Plata, hubo estaciones que fijaron cupos de apenas $ 2.000 por vehículo. También faltaba gasoil y complicaba la actividad del campo.
Las estaciones de servicios en lugares fronterizos como Misiones o Mendoza enfrentan un factor de demanda extra: como la nafta en la Argentina es más barata, cruzan de Chile, Paraguay o Brasil a llenar el tanque (ver en página 7).
El Gobierno dijo se trata de una "psicosis". Así lo hizo saber la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien buscó llevar tranquilidad mientras en las diferentes ciudades del país cientos de automovilistas hacían filas de hasta varias cuadras para conseguir nafta. "Queremos llevar tranquilidad, no hay un faltante estructural de combustible", explicó por radio.
"En los próximos días, con los barcos que lleguen, se normalizará la situación", expresó y además sostuvo que las postales en las estaciones fueron por un efecto contagio. "Se instaló una psicosis en medio del clima electoral y muchos salieron a stockearse".
Energía sostuvo que quieren llevar "tranquilidad a la población de que no habrá desabastecimiento y desalentar maniobras especulativas". Aseguraron desde la cartera de Energía, hubo un aumento reciente de la demanda, con picos de 15% sobre el año pasado, a lo que se sumó el consumo extra del fin de semana largo de octubre. También que hay una mayor actividad del campo y admiten que previo a las elecciones la gente salió a llenar el tanque previendo una suba de precios o una nueva devaluación.
En las últimas horas, el Gobierno resolvió liberar US$ 400 millones para que las petroleras puedan importar diez buques. El ministro de Economía, Sergio Massa, consideró que "el origen del problema es que el fin de semana pasado hubo un 15% mayor de consumo que el mismo fin de semana que el año anterior". No mencionaron el atraso del precio del combustible respecto a otros precios y tampoco que en otros países sale más barato.
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