Son Espínola, Kueider, Snopek y Rodríguez Saá; implicaría un duro revés para la vicepresidenta, que se opone a modificar el mecanismo.
La siempre obedecida voz de mando de Cristina Kirchner en el Senado podría encontrar un duro desafío si la oposición logra superar el obstáculo del kirchnerismo en la Cámara de Diputados a la implementación de la boleta única de papel.
Es que al menos tres senadores del interbloque oficialista de la Cámara alta apoyan o presentaron proyectos para modificar el sistema electoral y erradicar la papeleta partidaria que se usa en la actualidad.
Uno de ellos es el correntino Carlos Espínola, quien en diálogo con la nacion aseguró que “no hay que tenerles miedo a estos procesos de transformación”.
“En Corrientes defendí la aplicación de la boleta única de papel y pienso sostener mi posición”, afirmó Espínola, quien viene luchando en su provincia por terminar con el sistema de colectoras, que lleva a que haya hasta 60 boletas diferentes en los cuartos oscuros en las elecciones provinciales.
El senador por Corrientes no es el único oficialista a favor de la boleta de papel. Edgardo Kueider la impulsó cuando fue secretario de la Gobernación de Entre Ríos, mientras que el jujeño Guillermo Snopek presentó en agosto del año pasado, junto con el macrista Esteban Bullrich, un proyecto para instaurar la boleta única de papel.
Además, un histórico del peronismo como Adolfo Rodríguez Saá (San Luis) también le puso su rúbrica a una iniciativa que establecía el uso de la “boleta única de sufragio”, tal como figura en el texto que presentó en 2013. A diferencia del firmado por Snopek y Bullrich, el proyecto del exgobernador puntano ya perdió vigencia y fue enviado al archivo.
Todos estos antecedentes configuran luces de alerta para Cristina Kirchner, que podría sufrir una dura derrota si es que el debate sobre la implementación de la boleta única de papel aterriza en el Senado.
Es que si al menos dos senadores oficialistas se plegaran a la movida reformista que impulsa la oposición en la Cámara baja, el proyecto podría convertirse en ley en el Senado. Esto es así porque se sumarían a los 33 legisladores de Juntos por el Cambio, a la peronista disidente Alejandra Vigo (Hacemos por Córdoba) y al provincial Alberto Weretilnek (Juntos Somos Río Negro) para alcanzar la mayoría absoluta de 37 votos que exige la Constitución para reformar el sistema electoral.
La situación no parece fácil si se tiene en cuenta que la vicepresidenta ya se manifestó de manera pública en contra del sistema. “Votás una lista de diputados como si fuera ristra de chorizos y ajos”, dijo Cristina Kirchner el pasado 6 de mayo, cuando recibió un reconocimiento de una universidad en el Chaco.
Pocos días después el que se plegó el presidente Alberto Fernández, quien criticó a la oposición porque quieren cambiar “una de las pocas cosas que anda bien en la Argentina”. Fue, tal vez, el anticipo de futuro veto ante la eventual sanción de una ley que termine con la boleta partidaria.
“Hoy todos sabemos que la boleta única electrónica es un peligro, pero la boleta única de papel resulta más amigable, más saludable, y más cercana para la gente”, justificó su postura Espínola a pesar de las voces contrarias de los altos mandos de la coalición de gobierno.
Si bien tanto Snopek como Rodríguez Saá no se han manifestado sobre el tema, han dejado rastros de sus posturas en los fundamentos de sus respectivos proyectos.
“Estamos convencidos de que esta forma de votación promueve una mejora cualitativa del sistema político argentino”, sostienen Snopek y Bullrich en su proyecto.
El jujeño, que preside la comisión de Asuntos Constitucionales, agrega que “el sistema de Boleta Única otorga transparencia e igualdad al sistema electoral, representa de manera más fidedigna la elección de los votantes al conjurar prácticas como el denominado “voto cadena” o la adulteración, destrucción o robo de boletas”; antes de destacar que “lo más relevante” del cambio es que “garantiza la presencia de la totalidad de la oferta electoral el día de los comicios en cada centro de votación”.
“Al estar la totalidad de la oferta electoral en una misma papeleta, se garantiza que el elector tenga a su disposición la posibilidad de elegir al de su preferencia”, concluye Snopek en sus fundamentos.
Por su parte, Rodríguez Saá sostuvo en su proyecto que “nuestro sistema electoral muestra signos evidentes de debilidad”. Más aún, el puntano escribió hace nueve años que en “muchas oportunidades” no está garantizado el derecho básico a elegir y ser elegido “debido al avance de prácticas distorsivas que impiden su real ejercicio y que atentan contra la transparencia de los comicios”.
No obstante, en política no siempre dos más dos es cuatro. Por ejemplo, hoy Snopek preside una comisión clave para el kirchnerismo, lo que achica de manera considerable los márgenes de rebeldía; mientras que Rodríguez Saá dejó su disidencia para abrazarse a la “unidad peronista” forjada por Cristina Kirchner en 2019.
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Boleta Única: especialistas advierten sobre los altos costos de su aplicación
Un informe que se presentará esta semana en la Cámara Baja destaca, tomando como caso testigo a Santa Fe, donde ese sistema rige desde 2011, implica un gasto cinco veces más alto que la boleta partidaria.
El alto costo que demandaría la aplicación de la Boleta Única Papel para las próximas elecciones, en comparación con el actual sistema de boleta partidaria, es uno de los puntos sobre el que advirtieron especialistas en materia electoral, y que la semana próxima será puesto en consideración en el debate que se está llevando a cabo en la Cámara de Diputados.
Un informe que será presentado ante el plenario de comisiones de la Cámara baja que está abocado a discutir el tema, y al que accedió Télam, trazó una comparativa entre los gastos requeridos para la Boleta Única Papel en la provincia de Santa Fe, donde ese sistema rige desde 2011, y para las boletas partidarias que imprimió el Estado nacional, en ambos casos para las elecciones de 2019.
Así, mientras la provincia de Santa Fe gastó 149,25 pesos por elector para la Boleta Única Papel, al Poder Ejecutivo nacional le costó 27,52 pesos la boleta partidaria por elector.
La comparación entre ambos distritos se hizo con la muestra de las elecciones de 2019 porque durante ese año la provincia de Santa Fe eligió legisladores, una categoría que no figuró en los comicios de 2021 porque la Legislatura de ese distrito renueva sus cámaras cada cuatro años.
Así, en 2019 la provincia de Santa Fe afrontó un gasto en boletas electorales a través de la Boleta Única Papel por un total de "$398.461.710 para las elecciones PASO y las generales, en las categorías de gobernador, senadores locales, diputados, intendentes y concejales, con un padrón electoral provincial de 2.669.708 personas habilitadas", indicó el informe.
En tanto, el sistema de la papeleta única para todas las categorías le insumió al Poder Ejecutivo provincial un costo de "$149,25 por elector", consigna el trabajo comparativo.
Para las elecciones de ese mismo año, el Estado nacional "realizó un aporte de boletas electorales partidarias a todas las agrupaciones que se presentaron en las PASO y las generales por $931.404.380 para las categorías de presidente, senador y diputado, con un padrón electoral nacional de 33.841.837 de personas habilitadas".
Así, con el sistema de boleta partidaria, el Estado nacional "gastó $ 27,52 por elector".
El informe consignó que a partir de que en Santa Fe se presentaron en 2019 "8 listas totales en las PASO", de las cuales "tres superaron la instancia para competir en las generales", de haberse utilizado la boleta partidaria, según los costos por categoría que ese año se cotizaron desde el Estado nacional, la provincia hubiera gastado "$22.626.407,79" y no los "$64.800.000" que costó la Boleta Única Papel.
Es decir que la boleta partidaria "hubiera representado 1/3 de los costos que significó la boleta única en la categoría gobernador".
De la misma manera, para la categoría diputados provinciales de Santa Fe, en 2019 la provincia "realizó una adjudicación por un valor total de $98.262.000 en el sistema de boleta única, según el decreto provincial 544/2019", mientras que "en la categoría diputados nacionales por Santa Fe, el Estado nacional realizó un aporte a los 12 partidos que compitieron en las PASO y a los 6 que pasaron las generales por un valor total de $ 40.720.620,31".
Diferentes expositores plantearon la semana última sus críticas a los proyectos que buscan implementar la boleta única, entre ellos la directora del Observatorio Electoral de la Conferencia Permanente de América Latina y el Caribe (Coppal), Dolores Gandolfo, quien sostuvo que ese debate "parece enfatizar un fenómeno que carece de evidencia" y advirtió que trae "más problemas que soluciones".
"El proyecto desconoce la ley de paridad y nos retrotrae al 30% de representación para las mujeres, es importante advertirlo porque pone en evidencia el tratamiento exprés de este tipo de normativas", aseveró Gandulfo al exponer en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto de la Cámara de Diputados.
Durante ese encuentro expusieron 20 invitados, de los cuales 12 se mostraron a favor y 8 manifestaron sus reparos.
El plenario continuará la semana próxima con la segunda reunión informativa sobre la modificación del sistema electoral. (Télam)
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