Los plazos fijos rendirán 41,5% anual

Nueva suba de tasas del BCRA: los plazos fijos rendirán 41,5% anual. El Central elevó el costo del dinero en 250 puntos básicos. Por las Leliq pagará 42,5% anual. Es una estrategia para quitarle presión al dólar paralelo.

(Ana Clara Pedotti CLARÍN)


Un poco por encima de lo que esperaba el mercado, el Banco Central anunció su segunda suba de tasas del año para la economía. El organismo que preside Miguel Pesce decidió elevar el costo del dinero en 250 puntos básicos, por lo que la tasa Leliq, de referencia de la economía pasará de 40% a 42,5% anual.

Por esta suba, los plazos fijos que hasta hoy remuneraban el 39% anual pasarán a rendir 41.5% anual de tasa nominal, lo que implica una tasa efectiva anual de 50,4% para los ahorristas minoristas. En tanto, para el resto de los depositantes del sistema financiero la tasa mínima garantizada se establecerá en 39,5%, lo que representa una Tasa Efectiva Anual de 47,5%.

Es una forma de aproximarse a la tasa de inflación esperada. Como se sabe, una de las exigencias del Fondo Monetario Internacional es que las tasas pasivas -las que reciben los que ahorran o invierten en pesos- sean positivas, es decir mayores a la inflación. Así se estimularía la inversión en moneda local bajando la demanda sobre el dólar.

Pero también de poder seguir acelerando el ritmo diario de devaluación y evitar una profundización del atraso cambiario, sin generar presiones en ese plano. El organismo llegó a elevar el ritmo de crawling peg por encima de 40% anual hace algunos días, pero rapidamente volvió a poner el freno en la aceleración de la suba del tipo de cambio mayorista.

"La suba de tasas que no tiene la lógica de atacar la inflación monetaria sino de garantizar retornos positivos a los ahorros que desalienten la dolarización", habían explicado fuentes del Gobierno en las jornadas previas.

En los hechos, la medida resulta todavía insuficiente para el ahorro en moneda local Con una inflación proyectada del 53,9% para este año, según el consenso de economistas reportados por el Banco Central en el último Relevamiento de Expectativas del mercado, la tasa efectiva en torno al 50, 4% continúa perdiendo con los precios.

El economista de Empiria, Juan Ignacio Paolicchi, explicó: "Se necesita una tasa 600 puntos básicos superior (47,5% TNA), para recién empatarle a la inflación, algo que por ahora no luce viable que vayan a realizar". Al mismo tiempo, añadió: "Es difícil incentivar la demanda de pesos con este esquema de tasas reales negativas".

Tampoco parece alcanzar para desalentar que los argentinos, aún en un cepo cambiario cada vez más reforzado, se vayan al dólar. "Si el tipo de cambio oficial corre al 3,1%, la diferencia es muy chiquita contra la tasa que reciben los minoristas, apenas 300 puntos básicos", advirtió.

Para Lucio Garay Mendez, una suba de medio punto porcentual por encima de lo esperado "es una señal" para fijar expectativas. "Esto les da un mayor margen para aumentar el ritmo de devaluación. Aunque si efectivamente aceleran por encima de los 0,5 puntos porcentuales promedio por mes que vienen aumentando el ritmo, seria a partir de marzo. Creo que esta es una señal de mayor acercamiento al FMI", afirmó.

El BCRA dejó estables, en torno al 34% anual, la tasa de precancelación de los plazos fijos UVA. Estos instrumentos, atados a la inflación, tienen una duración mínima de 90 días; pero el ahorrista puede optar cancelarlos antes, a los 30 días, y recibir esa tasa prefijada.

En paralelo, el Central no cambiará las otras tasas que regula, las activas. Un dato clave para ahorristas: el costo de refinanciar el saldo impago en la tarjeta de crédito seguirá siendo del 49% anual. También es una buena noticia para las  pymes; las tasas de las líneas de inversión productiva con una tasa de 30% y para capital de trabajo con una tasa de 41%. Tampoco subirán las tasas de financiación del Programa Ahora 12.

Adicionalmente, el BCRA presentó una nueva letra por la que intentará absorber el exceso de pesos en el mercado. Se trata de la Nota de Liquidez ( Notaliq), un instrumento que tendrá un plazo de 180 días.

Este nuevo instrumento apunta a los bancos. Las entidades podrán optar por la Leliq de 180 días, que tiene una tasa fija que subió al 47% nominal anual (TNA), equivalente a una TEA ( Tasa Efectiva Anual) de 52,6%; o por esta nueva que ofrece una tasa variable ajustable por la tasa de Leliq de 28 días. Si las entidades apuestan a una suba del rendimiento, podrán optar por las Notaliq; mientras que esperan que el BCRA baje la tasa, les convendrá la Leliq de ese mismo plazo. 

"El nuevo nivel de la tasa de interés de política monetaria se adecua con los Objetivos y Planes del BCRA expresados en enero de 2020 y que fue alterado por la irrupción de la pandemia", explicaron fuentes de la autoridad monetaria. "Superada la crisis sanitarias, el BCRA ratificó en los Objetivos y Planes 2022, la meta de establecer un sendero de tasa de interés de política de manera de propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, y de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria.

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Poder adquisitivo  Por qué la inflación arrancó 2022 con el pie en el acelerador y no va a frenar

En enero el IPC subió 3,9%. Tarifas, pan, combustibles y un contexto internacional en contra impulsan los precios.

Como si le faltara velocidad, y tras el 50,9% de 2021, este año la inflación arrancó con el pie en el acelerador y puede superar la marca del año pasado.

El INDEC difundió este martes a la tarde un 3,9% en enero. Según los dichos del Secretario de Comercio, Roberto Feletti, los alimentos básicos hicieron punta con cerca  del 5% y febrero podría repetir o aun superar ese porcentaje por la suba de los combustibles (9%) con su incidencia directa y en el costo del transporte de las mercaderías y el aumento (20/25%) del precio del pan y derivados. Y arrancaron más temprano los aumentos en los útiles escolares por el inicio anticipado de las clases. También influyeron los aumentos en el rubro comunicaciones, que subió 7,5% por los aumentos en los abonos de telefonía, internet y cable.

Antes de conocerse el entendimiento con el FMI, las consultoras privadas que elevan sus estimaciones al Banco Central,( REM), en promedio pronosticaron un 55% para 2022. Respecto a enero de 2021, el IPC aumentó 50,7%

Aunque ni el Gobierno ni el FMI dijeron con qué hipótesis de inflación diseñaron el “entendimiento”, con la actividad normalizada tras el bajón de 2020, una serie de servicios, como impuestos provinciales, municipales o patentes de autos y transporte, ya fueron ajustados por la inflación pasada y la inercia inflacionaria llevó a que bienes y servicios, que quedaron rezagados, empujen y busquen actualizarse.

Al calor de las idas y vueltas con el FMI, los dólares alternativos al oficial siguieron trepando y si bien retrocedieron tras los anuncios del “entendimiento” con el Fondo, cotizan con una brecha con el oficial y a niveles que reflejan las expectativas de una mayor inflación. Esos dólares alternativos son una referencia para el cálculo de costos, precios y rentabilidades de las empresas.

A eso se agrega que el 50,9% de 2021 se alcanzó con tarifas de servicios públicos congeladas y el dólar oficial (mercado por donde se canaliza la liquidación de exportaciones y los pagos de importaciones) que se movió a un ritmo menor, como supuesta ancla antiinflacionaria.

Este año, el Banco Central empezó a imprimirle un mayor ritmo a la devaluación oficial del peso y el Gobierno comenzó a descongelar tarifas y precios regulados, como el incremento de los “precios cuidados” y el 9% de suba de los combustibles. Y se viene un descongelamiento de tarifas en gas, luz, agua que, aun segmentado, tendrá una fuerte incidencia en el índice de precios.

En tanto, el Fondo Monetario insiste en que la reducción de los subsidios y su traslado a las tarifas que pagan los usuarios sea más amplia.

También se espera un nuevo aumento de la tasa de interés con el propósito de que los ahorristas e inversores no se pasen al dólar con el consiguiente aumento del costo del crédito y en especial de la deuda del Banco Central. Es que la suba de tasas de interés abarcará a los plazos fijos, a los bonos del Tesoro y la tasa de referencia de las Leliq.

Las paritarias son otro factor clave como costo para las empresas porque muchos gremios quieren recuperar los menores aumentos recibidos en 2021 con relación a la inflación y las pérdidas de años anteriores.

“Desde el techo alcanzado en noviembre de 2017 los salarios acumulan una caída del 21,6% en promedio. Los asalariados registrados privados se encuentran en una 'mejor' posición, con una merma del 18%; los del sector público reflejan un ajuste del 22%, mientras que los asalariados informales sufren una caída del 31% en el poder adquisitivo desde esa fecha”, de acuerdo a la consultora LCG. Y desde el Gobierno trabajan para 2022 con una pauta inicial del 40%, con reapertura de las negociaciones si la suba de los precios supera ese porcentaje.

Los incendios en Corrientes arrasaron la producción de arroz, de yerba mate y afectaron a la ganadería y esa menor oferta incidirá en un mayor aumento de los precios de esos sectores.

Otro factor es la incidencia de la inflación internacional – por el aumento del costo de la energía- y ahora los preparativos bélicos en relación a Ucrania- que ha llevado a duplicar y hasta triplicar la baja inflación que registraban los principales países desarrollados, como el 7% anual de EE.UU., el mayor incremento en 40 años, desde 1982. Los precios de la energía subieron un 29,3% y los de los alimentos, un 6,3%.

Finalmente, aun no se conoce la “letra chica” del acuerdo con el FMI y ya provocó divisiones en el oficialismo y en la oposición generando mayor tensión política en el Gobierno y en el Congreso.

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Con o sin acuerdo, ¿dónde se podría invertir?

El acuerdo con el FMI, más allá de la llamativa campaña de desorientación que lanzó el gobierno, puede llegar a definir el futuro de muchos activos argentinos. Sobre todo los financieros, comenzando con los bonos, acciones, dólares y demás opciones. Entendemos que las las inversiones en inmuebles (del tipo que sean) y las orientadas a producción y/o comercio tienen que ver con otra lógica de más largo plazo.

Sin embargo, antes de ir al detalle, veamos un poco el escenario macro, tanto político como económico. En ese sentido, lo que más se destaca es la interna oficialista dentro del oficialismo. Gente a favor y otros en contra del acuerdo con el FMI que están en la ¿misma? vereda. La disciplina partidaria desapareció, como sucedió hace tiempo con el "afecto societatis" en el seno de la trifecta gobernante. Esta vez, lo llamativo no es la diferencia entre Alberto-Cristina- Massa, sino al interior del sector hegemónico (vamos Gramsci todavía) con una esfinge que no emite opinión con voz propia. No es sencillo ser Presidente sin poder en la Argentina. Ni Vice que no quiere aparecer para no complicar más su situación judicial.

Por otra parte, existen algunos detalles que pasaron de largo en medio de las discusiones. En primer lugar, el texto difinitivo del acuerdo. No es el preacuerdo light que se dio a publicidad. El convenio final insume carillas y carillas de intenciones, objetivos y resultados, cientos de páginas con excel´s y demas parafernafelias económicas . Y debe pasar por el Congreso. Y todavía no llegó ni un Lerú (para buscar en wikipedia) del mismo a Diputados (iría a esta Cámara por supuestas divergencias en el oficialismo senatorial). Y de allí, si no hay ni una coma modificada, al Directorio del FMI para el broche final. ¿Se podrá hacer antes del 22 de marzo, cuando hay que pagarle al Fondo US$2.900 millones que no hay? Ni Hamlet pudo hacer una pregunta más complicada.

Por otra parte, estimado lector, insistiremos en el enunciado de las incongruencias del proto acuerdo anunciado: no se pueden actualizar tarifas, mejorar el tipo de cambio y elevar la tasa de interés sin generar un golpazo inflacionario. Y no se puede tocar el gasto sin ajustar jubilaciones y planes de asistencia social. El círculo es redondo y el 3,1416 sigue existiendo sin pruebas en contrario. ¿Habrá aporte de dinero fresco del Fondo o apenas una devolución de los DEG's que la Argentina ya le devolvió al Fondo? Es parecido, pero no es para nada igual.

Quizás, y sólo quizás, el mayor exponente de la desorientación oficial haya quedado en boca del secretario de Comercio, Roberto Feletti, una persona respetable (respetable en serio), cuando dijo que la solución para el aumento de precios (luego del 3,9% de inflación de enero) es mayor control oficial. ¿Sobre qué? ¿Las quintas bonaerenses? ¿La sequía? ¿La lluvia e inundaciones? ¿La bajante del Paraná? ¿El aumento de los combustibles y los agroquímicos? ¿La devaluación y la suba de tasas? Después de precios máximos, cuidados, carne para todos y tantos otros mecanismos, ¿qué más? Sin considerar, obvio, lo que no figura en los radares oficiales, como los medicamentos (quizás por simpatía con dos grandísimos empresarios del rubro) o los textiles (allí el gobierno tiene un gran, gran amigo). Pero, como suele suceder, siempre hay otros casos peores.

Ahora bien, más allá de estos detalles. La vida seguirá con o sin Fondo. Mejor con la presencia de Kristalina Georgieva, ya que un escenario de no acuerdo es complicado de imaginar.

Algunos datos para entrar en calor. En los últimos 12 meses (enero21-enero22), la inflación fue del 50,7% anual según los datos del INDEC, la devaluación del dólar oficial llegó al 20,3%. O sea, hay una traso del dólar respecto de los precios de 30,4 puntos en un año. Por otra parte, también el dólar blue se quedó atrás en la carrera contra los precios, 36,3 puntos. Es como mucho. Ganaron bastante, eso sí, los tenedores de acciones, ya que el Merval se valorizó un 88,4% en un año. Merece un espumante. Los bonos, a tu turno, fueron todos a pérdida, consecuencia sobre todo de la inecertidumbre y si algunos de nuestos lectores los tiene, se recomienda un poco más de paciencia.

Por esto, y sin querer dar sugerencias de inversiones ni mucho menos, lo ideal sería colocar los excedentes en pesos en plazos fijos o títulos públicos que ajusten por inflación. Hay, habrá, seguramente opciones más rentables, pero por lo general son más inestables y requieren de una gimnasia y/o asesores muy despiertos y ágiles para aprovecharlas. Y eso incluye títulos públcos que están a precio de remate y que, en caso de un acuerdo, subirían 20%-30% al toque. Con el dólar bastante controlado en el resto del año, no parece ser buen negocio acopiar divisas si no se aplican a otras inversiones.

Incluso en pesos hay algunas inversiones en el mercado bursátil que merecen explorarse, las opciones, por ejemplo. Siempre, claro, midiendo la aversión al riesgo de cada uno y la garantía delas diferentes operaciones.

En síntesis: un acuerdo con el FMI significaría, en pocas palabras, una mejora la paridad de los títulos públicos y cierta descompresión en la tasa que debería pagar el gobierno para renovar la deuda. Y a mediano plazo, el regularizar ciertas variables macro podría mejorar el ambiente de negocios en general.

Ahora, en confianza, ¿se imaginan que pasará con las revisiones trimestrales del FMI a las cuentas públicas? Eso sí que será como para seguir muy, muy de cerca.

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