Rechazo de provincias y empresarios a un nuevo aumento de impuestos

Se oponen a la idea del Gobierno de subir Ingresos Brutos y aplicar el tributo a la herencia.

Fernández recibió a varios gobernadores el martes pasado

Pese a que firmarán el Consenso Fiscal, varias provincias rechazaron la propuesta del Gobierno de crear un impuesto a la herencia, por el bajo impacto recaudatorio y el elevado costo político que implicaría.

Entre los distritos que avalarán el consenso que promueve la administración de Alberto Fernández están Jujuy, Mendoza y Corrientes, provincias gobernadas por el radicalismo. Allí descartaron la posibilidad de aumentar impuestos, ya que el pacto autoriza alzas en Ingresos Brutos. La ciudad de Buenos Aires no firmará el Consenso Fiscal, entre otros motivos, porque la obligaría a renunciar a los juicios contra el Poder Ejecutivo.

Por su parte, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Cámara Argentina de Comercio (CAC) indicaron que una nueva suba de la presión fiscal sobre el sector privado impactará en los niveles de inversión, el crecimiento y la generación de empleo de calidad en el país.

CÓRDOBA.– El fracaso del oficialismo en la votación del presupuesto 2022 es el argumento por el que en el borrador del Consenso Fiscal se habilita a las provincias la posibilidad de subir y crear impuestos. Originalmente, la instrumentación de una carga tributaria sobre la herencia era una obligación, pero por el rechazo que cosechó en las conversaciones, se optó por “proponer”. Ese es el concepto que figura en el texto que recibieron los ministros de Economía.

Los contactos con esos funcionario fueron llevados adelante por Silvina Batakis, secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, que conduce Eduardo de Pedro. En la cartera de Martín Guzmán hay quienes afirman que allí no se conocían los detalles de la propuesta para el nuevo Consenso Fiscal que se debe firmar antes del 1º de enero.

la nacion recogió la opinión de ocho referentes provinciales sobre la propuesta del impuesto a la herencia, y oficialistas y opositores coincidieron en que no tienen el tema en la mira. Algunos fueron más allá y plantearon que no lo crearán: son Mendoza, Jujuy, Corrientes, la ciudad de Buenos Aires (CABA), Santa Fe, Córdoba, dos distritos del norte que prefirieron no ser mencionados y Entre Ríos, donde recuerdan que Gustavo Bordet lo derogó. Desde La Pampa y Río Negro afirmaron que no lo tienen en agenda. En Buenos Aires esa carga fue sancionada en 2010 y reglamentada en enero de 2011, durante la gobernación de Daniel Scioli.

Marcelo Capello, economista del Ieral, subrayó que, en general, representó el 0,2% de la recaudación total de la provincia, a excepción de 2015, cuando fue del 0,4%. “Por su bajo producido recaudatorio, se trata más que nada de un instrumento de tipo ideológico. Pero puede tener un impacto real en las decisiones de inversión privada y localización, pues se suma a la suba de alícuotas producida en el impuesto sobre los bienes personales”.

“En la Ciudad no vamos a aumentar impuestos, por eso no lo vamos a firmar”, dijo el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

El pacto se puede firmar sin tener que subir impuestos, lo harán las jurisdicciones mencionadas –incluidas las radicales– que ya adelantaron el rechazo al impuesto a la herencia. En el caso de CABA, como el de San Luis y La Pampa, deberían suspender las demandas judiciales en curso por coparticipación si firmaran el pacto. Así lo establece el título IV del borrador (“Compromisos en materia de procesos judiciales”), que señala que las jurisdicciones “se comprometen a abstenerse” por un año a “iniciar procesos judiciales y suspender por igual término los ya iniciados, relativos al Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos, a afectaciones específicas de recursos y transferencias de competencias, servicios o funciones” anteriores a la vigencia del artículo.

El borrador del consenso no obliga a subir cargas; sí abre la puerta para que los distritos que, en el caso de Ingresos Brutos, están por debajo de los topes fijados, lo hagan. Por ejemplo, en el acuerdo primero de 2017, la administración nacional de Mauricio Macri incluyó límites máximos de alícuotas que, en comercio y servicios, estaban muy por encima de las vigentes y una docena de distritos las incrementaron.

“A partir de 2019, los gobernadores reclamaron seguir teniendo sus facultades y sus autonomías tributarias. Nosotros dimos lugar a eso, y empezamos, desde entonces, con una firma de consensos en donde establecíamos las alícuotas que estabanvigentes en ese momento. Esto no quiere decir que las provincias tengan que aplicar estas alícuotas. Y pueden aplicar alícuotas menores si quieren. Se trata simplemente de armonizar los máximos”, argumentó Batakis.

La funcionaria enfatizó que “no promueven ningún aumento de impuestos”, sino que ratifican las alícuotas máximas vigentes en 2019, 2020 y 2021, y que “las provincias tengan la potestad tributaria”. Sí, cruzó a Rodríguez Larreta: “Ellos [por el gobierno porteño] son los que efectivamente están aumentando impuestos. Aumentaron a través de su presupuesto y leyes impositivas 52% el ABL y las patentes, más la creación que habían tenido de un nuevo impuesto el año pasado, más el impuesto a los servicios financieros”.

La funcionaria no hizo comentarios sobre la propuesta para el impuesto a la herencia. Un ministro que participó de las conversaciones advirtió a la nacion que cuando ese tema se planteó hubo “rechazo” e incluso varias provincias plantearon que no teniendo ninguna restricción para crearlo incluirlo era un costo político “innecesario”.

Los referentes de la oposición señalan que del nuevo texto desaparecen dos puntos que, aunque nunca se cumplieron, aparecían: la sanción de una nueva ley de coparticipación (tema pendiente desde la reforma constitucional de 1994) y el compromiso de la Casa Rosada de “eliminar subsidios diferenciales” para el AMBA en energía y transporte.

Enorme distorsión

En lo que hace a las alícuotas de Ingresos Brutos, la mayoría de las provincias están dentro de los límites establecidos en el borrador oficial. Por supuesto, queda la posibilidad de que algunas que estén por debajo aprovechen el margen para un nuevo incremento en el futuro.

Nadín Argarañaz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), explicó que el comercio es el gran perdedor porque hoy tiene una carga más alta que en 2017, porque las alícuotas subieron en el primer año cuando algunos distritos avanzaron hasta el tope permitido. En la construcción hubo reducciones reales, por lo que es el sector en el que más impacto tuvo el pacto.

El tributarista Enrique Lingua calificó esa carga como la “peor” por su efecto acumulación o cascada. “Dada la acumulación de los impactos intermedios, se genera una enorme distorsión, ya que la tasa efectiva que termina ingresándose es muy superior a su tasa legal”, añadió.

La derrota de la oposición en la sesión en que se trató Bienes Personales implica que las provincias no perderán el volumen de financiamiento por ese impuesto, que es coparticipable. Si bien se subió el mínimo no imponible, también se incrementó la alícuota que grava las tenencias en el país y no se quitó la sobretasa para los activos en el exterior.

PUBLICACIÓN RELACIONADA

El Gobierno logra el apoyo de gobernadores radicales para nuevos impuestos

Una iniciativa que rechazan Rodríguez Larreta y los empresarios.

Reunidos. Alberto Fernández y su ministro Wado De Pedro, con los gobernadores radicales Rodolfo Suárez, Gerardo Morales y Gustavo Valdés.
Como anticipó Clarín, el Presidente convocó el lunes a los gobernadores para avalar la ley de consenso fiscal. Podrán crear impuestos a la herencia y a las donaciones. Y habrá chance de subir Ingresos Brutos. Tendrá respaldo de mandatarios del PJ y de los tres de la UCR, quienes dicen que no subirán impuestos. En cambio, Larreta adelantó que la Ciudad no lo firmará. Los empresarios de AEA criticaron la medida. “Le hace mal a la economía”, dijeron.

Con la sola ausencia de Horacio Rodríguez Larreta, según confirmaron desde Casa Rosada, Alberto Fernández firmará el lunes con los gobernadores el Consenso Fiscal 2021 que regirá para el próximo año, que mantiene la potestad de las jurisdicciones para sostener sus actuales cargas tributarias -el Consenso Fiscal 2017 fijaba un sendero de rebajas de impuestosy que habilita a las provincias a la creación de nuevos impuestos como el de la herencia, que en el país se aplica únicamente en la provincia de Buenos Aires, y a las donaciones. Y habrá chance de subir Ingresos Brutos.

Será la primera foto oficial del Presidente con todos los gobernadores, incluídos los tres de la UCR y con la excepción del jefe de Gobierno, tras el rechazo del Presupuesto en el Congreso, que dinamitó el vínculo entre el oficialismo y la oposición y que dejó un tendal de preocupados en las provincias por los recursos con los que podrán contar el próximo año.

El martes, de hecho, los 13 gobernadores que reportan al FdT almorzaron con Fernández en Olivos para empezar a aceitar el flujo de recursos que ahora deberán ser reconducidos con la prórroga del Presupuesto de este año que el Presidente oficializará en los próximos días por decreto.

"El proyecto no autoriza aumentos de tributos, pero sí le confiere mayor estabilidad jurídica a todos los sectores que deben pagar impuestos, y por otra parte también le da mayor estabilidad jurídica y certeza a los gobiernos provinciales, porque el próximo año no necesitan un nuevo consenso para poder mandar sus leyes impositivas a cada una de las provincias", defendió ayer Silvina Batakis, la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior que desde hace días está al teléfono con los ministros de Economía provinciales.

El consenso fiscal fue impulsado por primera vez por Mauricio Macri en el 2017 como una iniciativa destinada a reorganizar las finanzas provinciales a través de una baja progresiva de las alícuotas de distintos impuestos, como Ingresos Brutos o Sellos. Gran parte de los gobernadores que firmaron ese compromiso para rebajar tributos siguen mandando en sus provincias.

En su momento, solo San Luis y La Pampa no adhirieron: de hecho, ambas provincias se mantuvieron desde ese momento afuera del acuerdo, a pesar de que tanto Alberto Rodríguez Saá y Sergio Ziliotto estarán este lunes en la foto junto a Fernández y el ministro Eduardo "Wado" de Pedro,

como un gesto de apoyo político.

El resto de los mandatarios -Juan Schiaretti, que por estas horas todavía negociaba a través de sus funcionarios con la Casa Rosada, podría mandar a su vice- darán el presente lapicera en mano, incluídos Gerardo Morales (Jujuy), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes), del radicalismo.

Desde Jujuy, Morales hizo saber que no va a subir impuestos. Pero en la provincia apuntaron que de aplicarse las rebajas tributarias fijadas en el Consenso 2017, Jujuy resignaría $ 6.000 millones de recaudación. Corrientes y Mendoza tampoco aumentarían. Pero en sectores de la oposición entienden que en provincias peronistas sí crearán nuevos impuestos. "¿Si no para qué lo habilitan en el Consenso?”, se preguntaron en Juntos por el Cambio.

Menos San Luis y La Pampa -mantuvieron la postura histórica-, el resto, también Rodríguez Larreta, habían adherido en el 2019 al pacto fiscal con el que el Frente de Todos deshizo el que instrumentó Cambiemos dos años atrás. Según el Gobierno, para "devolver autonomía a las provincias". "Este (consenso) mantendrá vigentes las alícuotas establecidas en 2019, 2020 y 2021", resaltó Batakis.

Ante una consulta de Clarín, Hernán Lacunza, ex ministro de Economía de la gestión Macri, describió lo que serán los cuatro ejes principales del Consenso que se firmará el lunes:

• "Se suben los márgenes para incrementar impuestos".

• “Se apunta a que el gasto tenga un techo más laxo. Antes el gasto de las provincias podía subir hasta la inflación. Ahora será hasta el PBI nominal; ni creciendo la economía se bajaría el gasto", dijo Lacunza.

• "Se consagra como permanente la suba de impuestos que eran transitorias".

• "La ley de Responsabilidad Fiscal recién vuelve a aplicarse en 2023, con niveles superiores de gasto".

El jefe de Gobierno porteño ya había renunciado el año pasado, en medio de la discusión por el recorte de fondos de coparticipación que le propinó la Casa Rosada: ya Macri había incluido en el 2017 que las provincias debían desistir de sus demandas contra el Estado Nacional.

La presentación de Larreta en la Corte de 2020 le dio la excusa perfecta para salirse del acuerdo con el Gobierno. Es, según fuentes oficiales, la razón por la que la Ciudad no vuelve a firmar mientras aduce en paralelo suba de impuestos. "No quieren renunciar al juicio en la Corte", remarcan. En la Ciudad dijeron: “Nosotros nos fuimos del Consenso Fiscal y no vamos a firmar nada que implique o insinúe un aumento de impuestos”.

Ese año, 2020, la Casa Rosada estableció además que ninguna jurisdicción podía endeudarse en dólares: solo para obra pública.

El evento del lunes, previsto para las 17, llega además en plena negociación del Gobierno con el Fondo, y en medio de acusaciones cruzadas con la oposición que todavía repiquetean tras el rechazo al Presupuesto en el Parlamento y la media sanción del aumento del mínino no imposible sobre Bienes Personales, en la que el oficialismo introdujo el incremento en la alícuota para los patrimonios en el exterior, una jugada que desconcertó a Juntos por el Cambio.

Fernández pretende mostrar el lunes una señal de solidez política con casi todos los mandatarios, a pesar de que, en el Congreso, el futuro del programa económico todavía transita por un desfiladero.

Comentarios