“La crisis nos puede llevar puestos”, le dijeron al gobernador en la pelea por más fondos para salarios.
El Gobierno y el comité de expertos que lo asesora reconocieron ayer que la cuarta etapa del aislamiento preventivo por el avance del coronavirus podría extenderse más allá del 10 de mayo, la fecha que trazó el presidente Alberto Fernández el sábado pasado al prorrogar nuevamente la cuarentena.
“Creo que nos va a llevar un poco más de tiempo (que los 15 días previstos) pasar a la reapertura progresiva”, aseguró el infectólogo Eduardo López. En el Gobierno coincidieron con su diagnóstico, aunque prevén más flexibilidad en distritos de bajo riesgo.
LA PLATA.– Sin anestesia, los intendentes peronistas del Gran Buenos Aires advirtieron ayer al gobernador Axel Kicillof que la falta de recursos para pagar sueldos, desatada en medio de la pandemia del coronavirus, puede derivar en una grave crisis institucional. “La crisis nos puede llevar puestos. No hay margen”, se alarmaron los alcaldes al salir de la Casa de Gobierno. Para aliviar tensiones, Kicillof sumó a la mesa a Máximo Kirchner.
“Hay mucho enojo de todos”, dijo al término de una reunión con Kicillof un alcalde peronista de la primera sección electoral. “Esta crisis puede llevar puestos a muchos, sin importar el color político”, remató otro intendente peronista de la tercera sección.
Kicillof se comprometió el miércoles pasado, en una reunión con jefes comunales del oficialismo y de la oposición, a asistir a las comunas que no pueden afrontar el pago de haberes de abril. Creó para eso el Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal, que proyecta tener entre $8000 millones y $12.000 millones en los próximos meses. Los intendentes le hicieron saber que necesitaban $9000 millones, pero en abril.
“Nos van a transferir la mitad de lo que necesitamos: $4000 millones, en lugar de $8000 millones”, se quejó uno de los siete hombres fuertes del peronismo que vieron al gobernador en las últimas horas. Participaron de esa reunión Mariano Cascallares, de Almirante
Brown; Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora; Juan José Mussi, de Berazategui; Fernando Espinoza, de La Matanza; Ariel Sujarchuk, de Escobar; Mario Secco, de Ensenada, y Jorge Ferraresi, de Avellaneda.
“Hay como $4000 millones. Una parte, $1000 millones, se distribuirá por el CUD (el Coeficiente Único de Distribución de la coparticipación); la otra parte, a través de préstamos. Un popurrí. No alcanza. La provincia trata de darnos una mano en este quilombo. Los municipios vamos para atrás. La provincia también. Hay una discusión para encontrar puentes de diálogo”, se sinceró ante la nacion un intendente de la tercera sección.
“Hay compañeros que la tienen muy difícil. Yo pago $58 millones de sueldos el viernes. De 28.000 partidas municipales si me pagaron 200 vecinos es mucho. La caída del ABL es mortal”, expresó otro de los alcaldes.
“No es fácil. Si no encontramos el camino esta crisis se lleva puestos a muchos intendentes”, dijo un peronista totalmente identificado con el kirchnerismo. Pero aclaró: “Nos puede llevar puestos a todos, sin importar color político. No hay margen”. La mayoría de los municipios liquidan hoy los sueldos para pagar desde el 1° de mayo. Necesitan que en las próximas horas la provincia les deposite los fondos de salvataje para que no haya demoras en los pagos.
La tensión radica en que, ante la llegada de un primer envío de $4000 millones de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), la provincia repartió $1000 millones según el CUD y decidió asignar los otros $3000 millones en formato de préstamo a tasa cero, de acuerdo con las urgencias financieras de cada municipio.
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