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El ministro de Agricultura se reúne con la Mesa de Enlace
- Clarín
- Esteban Fuentes efuentes@clarin.com
El Ministerio de Agricultura cerró temporariamente el registro de exportaciones agrícolas. Es para evitar que los productores adelanten ventas de granos con retenciones más bajas. La suba sería anunciada por el Presidente este domingo, en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Confederaciones Rurales y la Federación Agraria hablaron de “traición.
El Gobierno decidió suspender de forma temporaria el registro de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) a partir de hoy a las cero horas y hasta nuevo aviso. El comunicado salió desde la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, con la firma de Javier Preciado Patiño, encargado por el titular del Ministerio de Agricultura, Luis Basterra.
La medida marca la suba inminente de los derechos de exportación a la soja y sus derivados (harina y aceite), de 30% a 33%. El anuncio lo hará
Alberto Fernández este domingo durante la apertura del 138° Periodo de Sesiones Ordinarias del Congreso, como un paquete de medidas económicas que incluiría la segmentación para pequeños y medianos productores y la rebaja para algunas economías regionales.
La facultad del Ejecutivo de elevar el porcentaje a los cultivos (también pueden aumentar 3 puntos porcentuales al trigo y al maíz) le fue dada por el Congreso Nacional luego de la aprobación de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva a fines del año pasado. El Gobierno busca sostener la recaudación y evitar que el déficit fiscal aumente (ver más ‘El déficit saltó...’, página 14).
La decisión de suspender el registro de exportaciones sin aumentar la alícuota apunta a que los agroexportadores no adelanten ventas de granos con las retenciones vigentes. Se reabriría ya con la suba implementada. La medida fue anunciada antes de la reunión de hoy entre la Mesa de Enlace y el ministro Basterra (ver más en ‘Las entidades...’), luego de que el funcionario los convocara ante una amenaza de las asociaciones agropecuarias de ir a un cese de comercialización. Todas ellas demostraron ayer su rechazo (ver página 4).
Según los últimos datos oficiales, hasta el 21 de febrero, el total de declaraciones juradas de los agroexportadores de la campaña 2019/20 (la que está en curso) es de 5,5 millones de toneladas de poroto de soja, 1,2 millones de toneladas de aceite de soja y 4,9 millones de toneladas para subproductos de soja (harina y pellets).
El economista David Miazzo, de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina proyectó que la recaudación extra del Gobierno por este incremento en la alícuota de las retenciones al cultivo será de US$ 465 millones. Sin embargo el ingreso extra para el Tesoro sería menor porque parte de la cosecha ya está vendida. El complejo oleaginoso aportó divisas por US$ 16.494 millones durante el 2019 según datos del INDEC, el 25% de los 65.000 millones que Argentina exportó.
Los embarques de harina de soja y pellets volvieron a ocupar el primer lugar entre las exportaciones del año pasado, con US$ 8.809 millones. Luego, en cuarto y quinto lugar del ranking de las exportaciones se ubicaron el poroto y el aceite de la oleaginosa. En relación al primero, Argentina exportó por US$ 3.457 millones mientras que por el segundo producto llegó a los US$ 3.451 millones, que si se suma el biodiésel (US$ 777 millones), alcanzaría un total de US$ 4.228 millones.
Y para esta campaña, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha de soja alcanzaría las 55 millones de toneladas, una cifra levemente superior a la de la campaña pasada.
Las retenciones han sido el as de espada de los gobiernos desde su reimposición en 2002. Reforzaron la recaudación con el objetivo de reequilibrar las cuentas fiscales.
Las retenciones han tenido no sólo consecuencias económicas, sino también políticas. El tema explotó luego de la polémica resolución 125 impulsada por la ex presidenta Cristina Fernández, que llevaba la alícuota para la soja a 45%. El Gobierno apeló a esa medida mientras veía como perdía el superávit fiscal de los años anteriores, producto del aumento del gasto público en la participación total de la economía. Las protestas del campo en ese entonces, las críticas de la oposición, la renuncia del ministro de Economía y el famoso "no positivo" de Julio Cobos, el vicepresidente en aquel entonces, hicieron que finalmente las alícuotas siguieran igual: 35% la soja, 20% el maíz y 23% el trigo.
Cuando asumió Mauricio Macri, en 2015, Cambiemos bajó a cero las retenciones a todos los cultivos, salvo a la soja, que quedó con el 30%. En 2018 decidió reducir 0,5% por mes la alícuota de la oleaginosa con la idea de llegar al 18% cuando finalizara su gestión. Pero en septiembre aumentó el precio del dólar significativamente y llegó a $ 40. Además, Argentina perdió el acceso al financiamiento y tenía que cerrar su déficit fiscal. El gobierno de Cambiemos impuso entonces un sistema de retención de 3 o 4 pesos por dólar exportado (dependiendo del cultivo), menos a la soja que pasó a una retención de 18% más 4 pesos por dólar y volvieron las críticas del sector. Hasta llegar a este nuevo capítulo de la gestión del Frente de Todos. Alberto Fernández cambió la última metodología e impuso por porcentaje: 30% para la soja, y 12% para maíz y trigo, con la posibilidad de subir 3% más. ■
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